El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha tomado la decisión de declarar una zona de «desastre importante» en el estado de Texas luego del impacto de la tormenta tropical Beryl.
Esta medida, anunciada por la Administración Demócrata, permitirá la asignación de fondos federales destinados a apoyar las labores de reconstrucción de infraestructura crucial para las comunidades afectadas.
En una entrevista exclusiva con el diario The Houston Chronicle, el presidente Biden explicó que la distribución de asistencia de emergencia se vio retrasada debido a dificultades en la comunicación con el Gobierno local de Texas.
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El mandatario mencionó que tuvo problemas para contactar al gobernador republicano Greg Abbott, quien se encuentra en una gira por Asia promoviendo inversiones para el estado, dejando al vicegobernador Dan Patrick a cargo del Gobierno estatal durante su ausencia.
En este momento, más de dos millones de habitantes en Texas continúan sin servicio eléctrico, incluyendo a la ciudad de Houston, debido a los graves daños en la infraestructura provocados por la tormenta.
CenterPoint Energy, el principal proveedor de electricidad en Houston, ha comunicado que la restauración del servicio eléctrico llevará varios días, lo que representa un riesgo particularmente para grupos vulnerables como ancianos, personas con enfermedades crónicas, niños y aquellos sin acceso adecuado a la refrigeración.
A pesar de que Beryl ha evolucionado a un sistema postropical, aún se esperan fuertes precipitaciones en su trayectoria hacia el noreste de Estados Unidos, lo que subraya la necesidad de una respuesta rápida y coordinada para atender las consecuencias de este desastre natural.
