Pineville, Misuri.- Esta semana, la Fiscalía del estado confirmó la sentencia de dos cadenas perpetuas impuesta a Amber Waterman, una mujer de 44 años, por su implicación en el secuestro y asesinato de Ashley Bush, una mujer embarazada de 33 años originaria de Arkansas.
Este impactante caso, que conmocionó a la comunidad, ocurrió en 2022 y ha resaltado los riesgos asociados a encuentros por redes sociales.
Según los informes del tribunal, Waterman contactó a Bush bajo un nombre falso a través de plataformas digitales, prometiéndole apoyo en la búsqueda de empleo. Una vez convencida, logró que Bush viajara a Arkansas, donde la llevó a su hogar en Pineville, Misuri.
En un giro trágico de los acontecimientos, el mismo día del secuestro, los servicios de emergencia recibieron una angustiante llamada sobre un recién nacido que no respiraba. Waterman intentó presentar al bebé como suyo, afirmando haberlo dado a luz en su vehículo mientras se dirigía al hospital.
Las investigaciones revelaron que el feto había muerto en el útero de su madre biológica, quien sufrió un trauma mortal en el torso durante el ataque. La autopsia arrojó detalles inquietantes sobre la naturaleza del crimen, llevando a las autoridades a buscar justicia para la víctima y su familia.
Además, el cónyuge de Waterman, Jamie Waterman, de 44 años, se declaró culpable de ayudar a su esposa a ocultar y deshacerse del cuerpo de Bush. Enfrenta una posible pena de hasta 15 años de prisión sin posibilidad de libertad condicional, lo que añade otra capa de gravedad a este caso escalofriante.