Condado de Robertson, Tenn.- Una trágica noticia conmovió al condado de Robertson el pasado viernes cuando un accidente automovilístico, presuntamente causado por un conductor ebrio, cobró la vida de dos niños. Lukas Mansfield, de 36 años, junto a su hijo Jackson de 4 y su hija Miah de 7, se desviaron de la autopista 161 impactando contra un poste.
Miah y Jackson perdieron la vida en el acto, mientras que su padre fue arrestado y acusado de dos cargos de homicidio vehicular agravado. Según los informes, Mansfield había estado consumiendo alcohol antes del accidente.
Kaylee Pittman, amiga cercana de la familia, describió a Miah como una niña «descarada y una princesa», y a Jackson como «valiente y extrovertido». La comunidad se encuentra devastada por esta pérdida y ha organizado una campaña de recaudación de fondos para ayudar a la madre de los niños a cubrir los gastos funerarios.
«No se supone que vaya de esta manera», expresó Pittman con profundo dolor. «Se supone que no debes enterrar a tus hijos antes de enterrarte a ti mismo».
Este trágico suceso ha puesto de manifiesto una vez más los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol. Las autoridades locales han instado a la comunidad a tomar conciencia sobre esta problemática y a denunciar cualquier caso de conducción irresponsable.
