Tras su temprano adiós al Abierto de Estados Unidos, Novak Djokovic termina inusualmente la temporada sin alzar un título de Grand Slam, en una señal de que la gloriosa era del ‘Big 3’ del tenis podría estar llegando a su final.
Por primera vez desde 2002, ninguno de los cuatro grandes trofeos del año ha ido a parar a las manos del serbio o a las de Roger Federer y Rafael Nadal, los tres gigantes que han dominado el tenis en este siglo.
Federer, que inauguró esta época conquistando Wimbledon en 2003, fue también el primero en colgar la raqueta, en 2022, con 20 coronas de Grand Slam en su vitrina y el recuerdo imborrable de la belleza de su tenis.
El suizo se marchó a los 41 años tras varias campañas tratando de recuperarse de una lesión de rodilla.
La sombra del retiro también viene persiguiendo desde hace varios campañas a Rafael Nadal, quien ha reconocido que su adiós también está próximo.
Por ahora el español, dueño de 22 títulos grandes, se resiste a que las lesiones contra las que batalla desde hace años impongan su final.
A sus 38 años, Nadal ha disputado seis torneos en 2024, además de los Juegos Olímpicos de París, pero su juego y resultados no invitan a creer en otra de sus legendarias resurrecciones.
Djokovic, de 37 años, es el único coloso en pie. El serbio sigue siendo favorito allá donde compite, pero este año se ha tenido que conformar con un único aunque muy anhelado éxito: su primer oro olímpico en los Juegos de París.
En los grandes escenarios, con la exigencia de ganar a cinco sets, el serbio no pudo agrandar su ventaja con Federer y Nadal y alcanzar su deseado 25 título de Grand Slam, con el que fijaría el récord absoluto del tenis rompiendo el actual empate con Margaret Court.
Sin energía en el tanque tras encadenar Roland Garros (semifinales), Wimbledon (final) y oro en París-2024, Djokovic se desplomó la noche del viernes en Nueva York frente al australiano Alexei Popyrin y cerró su primer curso sin Grand Slams desde 2017.
– Caída en el ránking –
A 2017 también hay que remontarse para encontrar una salida más temprana de Djokovic en un torneo grande.
En segunda ronda pinchó aquel año el hombre que se rebeló ante la dictadura de Federer y Nadal y acabó acaparando casi todos los récords del tenis: 24 trofeos de eventos de Grand Slam, 40 de Masters 1000, 7 de las ATP Finals, 428 semanas como número uno mundial y ocho temporadas concluidas como jefe del circuito.
Sólo 24 horas después de otra impactante eliminación, la del español Carlos Alcaraz, Djokovic se sentó brevemente en la misma silla para hacer autocrítica de su efímero paso por Flushing Meadows.
«Tal y como me he sentido y jugado desde el principio del torneo, la tercera ronda es un éxito. He jugado algunos de mis peores partidos», reconoció ante la prensa Djokovic, atribuyendo parte del desgaste a los esfuerzos olímpicos.
«Obviamente tuvo un efecto. Gasté mucha energía ganando el oro y llegué a Nueva York sin sentirme fresco mental y físicamente», afirmó ‘Nole’, que negó haber tenido algún problema físico esta semana.
«Como es el US Open, lo intenté y di lo mejor de mí», señaló el balcánico, que aspiraba a ser el primer campeón en revalidar título desde los cinco que encadenó Federer entre 2004 y 2008.
Antes de levantarse de la silla, Djokovic reconoció que estaba «molesto y enfadado» por un fiasco que le deja un «sabor amargo», pero aclaró que en perspectiva debería estar satisfecho con lo logrado.
«Mañana es un nuevo día, y obviamente voy a pensar en qué voy hacer a continuación», avanzó.
En el futuro inmediato, Djokovic descenderá de su actual número dos mundial hasta como mínimo el cuarto, alejándose del italiano Jannik Sinner y de Carlos Alcaraz, las jóvenes estrellas que cargarán con el peso de relevar al mítico ‘Big 3’.
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