Clarksville, Tennessee.- Seis meses después de que las inundaciones arrasaran el vecindario de Woodstock, la ciudad de Clarksville presentó un ambicioso plan de infraestructura destinado a reducir el riesgo de que los hogares vuelvan a verse afectados. El proyecto, liderado por el alcalde Joe Pitts y el director de obras públicas David Smith, contempla una expansión significativa de la cuenca de retención y nuevas medidas de desbordamiento.
En una reunión comunitaria celebrada el jueves por la noche, Pitts y Smith detallaron que la primera fase del plan consistirá en duplicar la capacidad de la cuenca de 35 a más de 70 millones de galones. Para lograrlo, será necesario retirar unas 120.000 yardas cúbicas de tierra, que se reutilizarán en la construcción de un nuevo hospital en la ciudad.
El director de obras públicas advirtió que los residentes deberán enfrentar afectaciones temporales en el tráfico y un incremento en la circulación de camiones, ya que se estima que 8.000 viajes de carga serán necesarios para trasladar el material. Smith reconoció que este tránsito adicional dañará las carreteras, pero aseguró que la ciudad se compromete a repararlas una vez concluida la obra.
La fase inicial, que cuenta con financiamiento aprobado por el Concejo Municipal y no requiere permisos adicionales, comenzará a finales de octubre y se prevé que finalice en un plazo de 120 días. Además de la ampliación de la cuenca, se instalará una tubería de desbordamiento para canalizar el exceso de agua en caso de lluvias intensas.
No obstante, Smith advirtió que, incluso con la ampliación, el sistema podría no ser suficiente si se repiten precipitaciones tan extremas como las registradas en abril. “Esta es nuestra mejor primera apuesta. Si llueve con la misma intensidad, probablemente estemos en la misma situación”, señaló.
La fase dos del proyecto contempla la instalación de un sistema de bombeo para evacuar el agua de la cuenca, aunque requerirá permisos adicionales y nuevos fondos. Las autoridades esperan iniciar esa etapa en un plazo de dos años, aunque aún no existe un cronograma definido.
El recuerdo de planes inconclusos en 2010 y 2011 genera desconfianza entre los vecinos, quienes temen que la segunda fase nunca se concrete. Ante estas inquietudes, el alcalde Pitts aseguró que la actual administración está comprometida a completar el proyecto en su totalidad. “Estamos en esto y vamos a arreglarlo”, afirmó



