Un grupo de científicos del CERN -el Laboratorio Europeo de Física de Partículas con sede en Suiza- logró convertir plomo en oro. Sin embargo, la transformación fue extremadamente breve, pero el hecho no deja de representar un hito significativo en la física nuclear contemporánea.
Esta hazaña fue posible gracias a una serie de colisiones entre núcleos de plomo lanzados en direcciones opuestas a velocidades cercanas a la luz. Como resultado de estas colisiones de altísima energía, los núcleos de plomo perdieron protones.
El plomo tiene 82 protones en su núcleo, mientras que el oro posee 79, con lo que si el plomo pierde tres, se convierte en oro, explican desde el portal Gizmodo, en donde también aclaran que en menos de una fracción de segundo, esos núcleos colisionan nuevamente o se desintegran en protones, neutrones y otras partículas menores.
Por ultimo refieren que este proceso, aunque fascinante, fue tan costoso y fugaz que no servirá para fabricar joyas ni monedas de oro. No obstante, es un gran paso para aprender esta alquimia que es esencial para dar sentido a experimentos y realizar otros aún más grandes en el futuro.