El Super Bowl de la NFL, el gran espectáculo del deporte estadounidense, deparará este domingo en Las Vegas mucho más que la pugna entre los Kansas City Chiefs, listos para instaurar su dinastía, y unos San Francisco 49ers hambrientos de revancha.
El interés por la primera final de la NFL en la capital del juego ha traspasado las fronteras del deporte con el sonado romance entre la superestrella del pop Taylor Swift y el carismático Travis Kelce, figura de los Chiefs, un auténtico premio gordo para las arcas de la liga de football americano.
El fenómeno Swift-Kelce disparó las audiencias de la temporada y el domingo podría ayudar a pulverizar el récord de 115,1 millones de espectadores que siguieron el último Super Bowl, en el que los Chiefs vencieron a los Philadelphia Eagles.
Se espera que la cantante, que actúa el sábado en Japón, pueda llegar a tiempo de apoyar a su pareja en el Allegiant Stadium (65.000 asientos), donde acaparará buena parte de los focos.
Además de Swift, una colección de famosos presenciará el intento de los Chiefs de ser la primera franquicia en revalidar el título en dos décadas, la que sería su tercera corona de las últimas cinco temporadas.
Las Vegas, un escenario vedado hasta hace poco por la NFL y ahora convertido ahora en capital deportiva de Estados Unidos, rebosa de expectación en los días previos al juego.
La Administración Federal de Aviación calculó que unos 500 jets privados aterrizarán en esta urbe del desierto de Nevada con motivo del partido, mientras las autoridades locales auguran una afluencia de más de 300.000 visitantes durante este fin de semana.
La horda de turistas llenará casinos, clubes nocturnos y fiestas organizadas por celebridades, además de los conciertos de estrellas instaladas en la ciudad como U2, Adele, Christina Aguilera y Green Day.
Los afortunados que hayan conseguido una entrada para el Super Bowl, cuyo espectáculo del medio tiempo estará a cargo de la estrella del R&B Usher, habrán tenido que invertir una buena cantidad de dinero.
En el sitio web de venta de entradas Stubhub los asientos más baratos disponibles costaban 5.542 dólares y los más caros ascendían a 56.700.
La Asociación Estadounidense del Juego espera que unos 67 millones de estadounidenses – aproximadamente una cuarta parte de la población adulta del país – hagan apuestas relacionadas con el Super Bowl, generando un monto estimado de 23.100 millones de dólares.
– Chiefs persiguen historia –
En medio de toda esta vorágine, Chiefs y 49ers se volverán a encontrar en un Super Bowl que tiene todos los ingredientes para convertirse en un clásico.
A pesar de que ha vivido un año irregular, Kansas City ha impuesto su jerarquía en los playoffs y está decidido a consolidarse como dinastía con un tercer trofeo Vince Lombardi tras sus victorias en 2020 y 2023.
Su líder absoluto, Patrick Mahomes, puede unirse a Tom Brady, Terry Bradshaw y Troy Aikman como los únicos ‘quarterbacks’ en ganar tres o más Super Bowls.
La franquicia también sería la primera en revalidar título desde que lo hicieron los New England Patriots de Brady entre 2003 y 2004.
«Ese grupo de equipos que han repetido título han pasado a la historia como algunos de los grandes», recordó Kelce esta semana. «Y yo he buscado esto más de lo que he querido ganar un Super Bowl en mi vida».
La final será una repetición del Super Bowl de 2020, cuando Mahomes lideró una remontada en el último cuarto para vencer a San Francisco por 31-20.
Por su parte, los 49ers son uno de los equipos más emblemáticos de la NFL, con cinco Super Bowls en su vitrina, pero atraviesan por una sequía de títulos que se alarga desde 1995.
San Francisco fue mejor que Kansas City en la fase regular, terminando como líder de la Conferencia Nacional, pero en los playoffs ha mostrado graves fisuras, necesitando de triunfos muy sufridos para batir a los Green Bay Packers y los Detroit Lions.
Su mariscal de campo, Brock Purdy, se encuentra apenas en su segunda temporada en la liga después de ser elegido por los 49ers con la última selección del Draft de 2022.
Ese puesto le valió el despectivo apodo de «Mr. Irrelevante» pero Purdy fue capaz de ganarse primero el puesto de titular y luego el respeto de toda la liga.
A sus 24 años, el ‘quarterback’ carece de la experiencia de Mahomes pero tendrá un arsenal ofensivo mayor a su disposición, que incluye al ‘running back’ Christian McCaffrey, escogido el jueves como mejor jugador ofensivo del año, y otras grandes amenazas como George Kittle, Deebo Samuel y Brandon Aiyuk.
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