Cuba/Estados Unidos.– Casi 200 inmigrantes venezolanos que se encontraban en Estados Unidos han sido deportados a su país de origen tras haber estado detenidos en la base naval de Guantánamo, en un proceso sin precedentes en las deportaciones estadounidenses. Las autoridades de ambos países confirmaron las deportaciones, que incluyeron una escala en Honduras.
De acuerdo con la información proporcionada, 177 venezolanos desembarcaron de un vuelo del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) en Honduras, donde abordaron un avión de la aerolínea estatal Conviasa con destino a Caracas. El gobierno del presidente Nicolás Maduro afirmó que había solicitado la repatriación de estos individuos, quienes fueron llevados “injustamente” a Guantánamo, y esta solicitud fue aceptada.
El gobierno estadounidense, bajo la administración del presidente Donald Trump, ha priorizado la deportación de migrantes que han agotado todos los recursos legales para permanecer en el país. A finales de noviembre, se reportaron casi 1.5 millones de personas con órdenes finales de expulsión, de las cuales más de 22,000 eran venezolanos.
Un documento judicial presentado el jueves por las autoridades federales indicó que, aunque Venezuela históricamente había resistido la aceptación de repatriaciones, recientemente ha comenzado a aceptar expulsiones tras negociaciones políticas y la inversión de recursos significativos. La semana pasada, dos vuelos desde Estados Unidos transportaron a un total de 190 inmigrantes directamente a Venezuela, marcando un notable aumento en la coordinación entre ambas naciones.
Este documento, presentado por los abogados del Departamento de Justicia de EE. UU., ofrece el informe más completo hasta la fecha sobre la situación de los detenidos en Guantánamo y menciona que hasta el reciente miércoles, los detenidos eran venezolanos con órdenes definitivas de deportación.
Además, se reportaron más vuelos de transferencia de inmigrantes que llegaron a Guantánamo el jueves, partiendo de Texas y Luisiana, según informó Thomas Cartwright de Witness at the Border, un grupo activista que rastrea los vuelos de deportación.
Esta serie de acciones sugiere un posible avance hacia intercambios regulares entre Estados Unidos y Venezuela en el ámbito de la inmigración y la deportación.