Carolina del Sur.- Freddie Owens, de 46 años, fue ejecutado mediante inyección letal, marcando el reinicio de las ejecuciones en ese estado tras una pausa de 13 años. En sus últimos momentos, Owens mantuvo contacto visual con su abogada y le dirigió un «adiós», mostrando una expresión serena. La ejecución se llevó a cabo después de que la Corte Suprema de Estados Unidos rechazara una apelación de emergencia y el gobernador negara la clemencia.
Owens fue condenado en 1999 por el asesinato de Irene Graves durante un robo. Además, durante su detención provisional, mató a su compañero de celda. Su coacusado, Steven Golden, retractó posteriormente su testimonio, afirmando que Owens no fue quien disparó a Graves y que él mismo había dado una declaración falsa bajo la influencia de drogas.
La ejecución de Owens ha generado controversia, ya que su coacusado ha confesado haber mentido en su testimonio y el equipo legal de Owens ha denunciado errores legales y pruebas falsas. Destacan que Owens tuvo una infancia marcada por el sufrimiento y que pasó su vida adulta en prisión por un crimen que, según ellos, no cometió.
Carolina del Sur enfrentó dificultades durante una década para obtener los medicamentos necesarios para las ejecuciones. Sin embargo, en agosto de este año, las autoridades anunciaron haber resuelto este problema.