Providence, Rhode Island .— Dos estudiantes murieron y al menos otras nueve personas resultaron heridas el sábado tras un tiroteo masivo en el edificio de ingeniería de la Universidad Brown. El ataque desencadenó una respuesta policial masiva, manteniendo el campus y sus vecindarios adyacentes bajo una estricta orden de confinamiento durante horas. El incidente comenzó alrededor de las 4:22 p.m. con el primer reporte cerca de Barus & Holley Engineering, en 184 Hope St., generando pánico y una inmediata alerta de seguridad.
La madrugada del domingo, la policía de Providence confirmó una detención clave: una «persona de interés» fue aprehendida en el Hampton Inn en Coventry. Este avance se produjo luego de una intensa búsqueda que duró casi ocho horas, durante la cual el tirador permaneció prófugo. Autoridades indicaron que la persona bajo custodia aún no ha sido identificada públicamente, marcando un giro significativo en la investigación liderada por el FBI y las fuerzas locales.
La presidenta de Brown, Christina Paxson, se comunicó con la comunidad universitaria para actualizar el estado de las víctimas, todas ellas estudiantes. De los nueve hospitalizados, seis permanecen en condición crítica pero estable, uno está en estado crítico y otro en condición estable; un herido fue tratado y dado de alta. Paxson expresó su pesar a las familias, afirmando que «Ningún padre o familiar debería tener que soportar un día como este», mientras los servicios de apoyo se han movilizado.
La orden de «refugio en el lugar» (shelter-in-place) se mantuvo vigente hasta la mañana siguiente mientras la policía realizaba evacuaciones ordenadas y registraba edificio por edificio. A los padres y familiares se les pidió encarecidamente no viajar al campus inmediatamente. Además, el personal no esencial de turno nocturno fue relevado de sus obligaciones para evitar aglomeraciones en la zona afectada y facilitar las operaciones de seguridad.
La violencia con armas de fuego letal es inusualmente rara en Providence. Este incidente representa una anomalía grave en la ciudad, que había registrado solo dos homicidios en lo que va de 2025 antes de este tiroteo. A pesar del alto nivel de alerta, las autoridades de Providence recomendaron que los eventos programados para el domingo se llevaran a cabo, señalando que no tenían conocimiento de amenazas creíbles y continuas a la seguridad pública más allá del incidente inicial.
Al momento del tiroteo, se estaban llevando a cabo múltiples exámenes académicos en el edificio de ingeniería, programados entre las 2 p.m. y las 5 p.m. La magnitud de la respuesta policial incluyó el cierre de la zona de Thayer Street y la presencia de ambulancias, en una escena donde se observó sangre y pertenencias en la acera. La universidad ha sido un centro de conmoción, recibiendo apoyo de las autoridades estatales, incluido el gobernador Dan McKee.



