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viernes, noviembre 15, 2024

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Candidato opositor de Venezuela encara prisión

La fiscalía de Venezuela citó al candidato opositor Edmundo González Urrutia por tercera vez para que testifique este viernes en una investigación en su contra tras las presidenciales del 28 de julio. No tiene previsto acudir, lo que conllevaría una orden de arresto.

González Urrutia, de 75 años, asegura que ganó en las elecciones en las que el presidente Nicolás Maduro fue proclamado reelecto por autoridades acusadas de servirle, y dice tener las pruebas para demostrarlo.

La oposición publicó en un sitio web copias de más de 80% de las actas de votación que lo muestran ganador, que es el foco de la citación: «Usurpación de funciones» y «forjamiento de documento público» del Consejo Nacional Electoral (CNE), delitos que suponen en teoría la pena máxima de 30 años de prisión.

Ninguna de las citaciones especifica en calidad de qué fue convocado: imputado, testigo o experto, según la ley venezolana. 

Este tercer requerimiento advierte que «de no comparecer ante este despacho fiscal en la fecha antes señalada se considerará» en «peligro de fuga» y «peligro de obstaculización (…), por lo que se tramitará la correspondiente orden de aprehensión».

«Obviamente no va a ir, al presidente electo tenemos que protegerlo todos», advirtió la líder opositora María Corina Machado a medios españoles. «¿De qué estamos hablando?».

González Urrutia aún no se ha pronunciado, aunque ya antes tachó al fiscal general, Tarek William Saab, de «acusador político» que lo sometería a un proceso «sin garantías de independencia y del debido proceso».

La opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) denunció una «persecución política» y negó que la publicación de las actas en la web estuviera a cargo de González Urrutia. «En todo caso, no representa un delito». 

Juristas han catalogado el procedimiento de irregular.

– Legitimidad –

No es la única investigación en contra de González Urrutia, en la clandestinidad desde el 30 de julio cuando apareció por última vez en público. Desde entonces, solo se comunica a través de redes sociales.

La fiscalía había anunciado antes otra pesquisa por «incitación a la insurrección» militar, que incluye además a Machado.

La actual por «usurpación de funciones» fue ordenada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) luego de convalidar la reelección de Maduro en un proceso en el que el opositor se negó a participar y que terminó con una declaratoria de desacato.

El CNE no publicó el detalle del escrutinio mesa por mesa como ordena la ley.

Maduro ha pedido cárcel para ambos líderes opositores. Los responsabiliza además de hechos de violencia en las protestas poselectorales, que dejaron 27 muertos -incluidos dos militares-, casi 200 heridos y más de 2.400 detenidos, un centenar de ellos menores de edad, aunque 16 jóvenes fueron puestos en libertad condicional el jueves. 

González Urrutia presentó ese día un panorama de la situación del país en videoconferencia con ministros de Exteriores de la Unión Europea. El discurso no fue público.

Refiriéndose a Maduro, el jefe de la diplomacia del bloque, Josep Borrell, insistió durante esa reunión que «la victoria electoral que él proclama no ha sido probada». «Y si no creo que haya ganado las elecciones, no le puedo reconocer la legitimidad democrática que dan las elecciones», completó.

– «Transición negociada» –

Estados Unidos y varios países de América Latina tampoco reconocen la victoria de Maduro, que blindó su gabinete con Diosdado Cabello, del ala más dura del chavismo, como ministro del Interior.

El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, escribió en X que «la manipulación, represión y censura no cambian el resultado de la elección en Venezuela. Un mes después el resultado es claro: Edmundo González obtuvo la mayoría de los votos».

«Nos importa un bledo sus comentarios», respondió el canciller venezolano, Yván Gil, a Borrell. Luego escribió a Miller: «No debemos explicaciones a ninguna instancia extranjera, menos al hostil imperio que maneja un títere fascista».

Machado insistió en la necesidad de una «transición negociada», pero aseguró que «el régimen todavía no da señales de que ellos están dispuestos».

«Sin embargo, en la medida en que crece la presión interna y externa llegará el punto en que Maduro entienda que es su mejor opción», insistió.

jt/ba/arm

© Agence France-Presse

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