La candidata presidencial opositora Xóchitl Gálvez exigió al mandatario mexicano, Andrés López Obrador, no intervenir en las elecciones de junio, y alertó sobre amenazas del crimen organizado a los comicios, al inscribir este martes su candidatura.
Gálvez, senadora de raíces indígenas de 60 años, recibió del Instituto Nacional Electoral (INE) el documento que la certifica como aspirante de la coalición de centroderecha Fuerza y Corazón por México.
Tras su registro, denunció el uso del aparato estatal para promover a la aspirante del oficialismo de izquierda Claudia Sheinbaum, favorita para ganar la elección del 2 de junio, según las últimas encuestas.
«Por respeto a su candidata, por respeto a la democracia, por respeto al pueblo, saque ya las manos de esta elección», dijo Gálvez en su discurso, dirigiéndose al presidente, al que acusó de ser el jefe de campaña de Sheinbaum.
Gálvez cuenta con el 31% de las preferencias, lejos del 64% que recibe Sheinbaum, exalcaldesa de Ciudad de México, según un consolidado de encuestas de la firma Oraculus. Jorge Álvarez Máynez, del partido Movimiento Ciudadano (centroizquierda), recibe apenas un 5% de apoyo.
López Obrador ha sido amonestado por la autoridad electoral por criticar a Gálvez en su conferencia de prensa diaria.
La dirigente e ingeniera en computación también evocó los continuos ataques al INE del mandatario.
«El INE y el tribunal electoral deben estar atentos de los instintos autoritarios y el activismo partidista del presidente», lanzó Gálvez.
AMLO -como se conoce al gobernante, por sus iniciales- acusa al árbitro electoral de haber tolerado fraudes que asegura le costaron la presidencia en 2006 y 2012.
La oposición movilizó el pasado domingo a decenas de miles de personas para denunciar una deriva autoritaria del presidente, luego que este enviara al Congreso un paquete de reformas constitucionales que proponen desde un aumento de pensiones hasta la elección por voto popular de los magistrados de la Suprema Corte y los consejeros del INE.
AMLO, que también plantea la eliminación de organismos descentralizados, acusa al máximo tribunal de estar al servicio de las élites políticas y económicas del país.
Pero la oposición sostiene que las enmiendas constitucionales buscan consolidar a Morena, el partido de López Obrador, en una fuerza hegemónica al estilo del PRI, que gobernó México ininterrumpidamente durante 70 años hasta el 2000.
El PRI, además del conservador PAN y el izquierdista PRD, conforman la coalición opositora de Gálvez.
– «Orgullosamente mujer e indígena» –
La senadora denunció también «la tolerancia» del actual gobierno con el crimen organizado y citó advertencias de magistrados electorales de que posibles incidentes de «violencia generalizada» afecten comicios en los que también se elegirán congresistas, ocho gobernaciones y numerosos cargos regionales, incluida la alcaldía de Ciudad de México.
La estrategia de AMLO, resumida en la frase «abrazos y no balazos», se enfoca en las causas de la violencia más que en su letalidad, una política que no ha impedido que se acumulen más de 420.000 asesinatos y decenas de miles de desaparecidos desde finales de 2006.
«Hoy el crimen organizado controla vastos territorios del país, el gobierno no debe permitir que ese control territorial trastoque la voluntad ciudadana que se expresará en las urnas», señaló Gálvez, quien ofreció condolencias a los familiares de candidatos asesinados durante este proceso electoral.
Según analistas, los cárteles interfieren en las elecciones mexicanas desde hace décadas mediante acciones violentas y financiación de campañas, para imponer candidatos afines.
La dirigente opositora respondió además a López Obrador, quien la tildó de «ladina» en su libro titulado «Gracias», publicado recientemente y donde hace un repaso de su gestión.
«Ladino lo utilizaban los conquistadores de manera racista y clasista contra los indígenas que buscaban superarse. Que quede claro: soy orgullosamente mujer y soy orgullosamente indígena», afirmó.
Gálvez se define como una liberal progresista y ofrece fomentar la inversión extranjera y retomar el combate a los cárteles del narcotráfico.
También promete poner fin a la explotación de combustibles fósiles y a la «militarización» del país, como se refiere a la ampliación del rol de las fuerzas armadas durante el actual gobierno.
La campaña electoral comenzará formalmente el próximo 1 de marzo.
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