Tres integrantes de la organización criminal transnacional Mara Salvatrucha (MS-13) fueron sentenciados a cadena perpetua en un tribunal federal de Maryland, tras ser hallados culpables de conspiración de extorsión (RICO), asesinatos y actos de violencia extrema.
Wilson Arturo Constanza-Galdomez, también conocido como Humilde, también conocido como Marco Saravia, de 26 años, de El Salvador, Edis Omar Valenzuela-Rodríguez, también conocido como Little Felon, de 24 años, de Honduras, y Jonathan Pesquera-Puerto, también conocido como Truney, de 24 años, de Honduras fueron sentenciados a cadena perpetua .
De acuerdo con las pruebas presentadas en el juicio, los acusados cometieron actos de violencia «despiadada» para escalar rangos dentro de la organización. Sus ataques se caracterizaron por el uso de machetes y saña extrema:
- Abril de 2020: Agresión con machetes a un presunto rival, causándole heridas graves en el rostro y brazos.
- Mayo de 2020: Asesinato de una joven de 16 años en Cockeysville, Maryland. La víctima fue atraída a una zona boscosa donde fue golpeada con un machete y apuñalada hasta morir.
- Junio de 2020: Asesinato de una mujer cerca de las vías del tren en Baltimore. La víctima recibió 143 puñaladas tras ser sospechosa de cooperar con las autoridades.
- Junio de 2020: Intento de asesinato de una pareja. Una de las víctimas era hermana de la mujer asesinada días antes. A pesar de recibir más de 70 puñaladas, ambas víctimas sobrevivieron.
El Departamento de Justicia (DOJ) y el FBI calificaron estos actos como una «total falta de humanidad». Las autoridades destacaron que estos crímenes no solo buscaban eliminar rivales, sino sembrar terror en la comunidad para consolidar el poder de las «clicas» de la MS-13 en Maryland.
La fiscalía federal subrayó que estas sentencias de por vida reflejan el compromiso implacable de las fuerzas del orden para desmantelar organizaciones criminales transnacionales y garantizar que sus miembros más peligrosos nunca vuelvan a las calles.
El caso fue el resultado de una colaboración entre el FBI, el Servicio de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), los departamentos de policía de la Ciudad y el Condado de Baltimore, y el Servicio de Alguaciles de EE. UU.
Con información del Departamento de Justicia de EEUU.
