Genaro García Luna, el exsecretario de Seguridad de México durante el gobierno de Felipe Calderón, sabrá este miércoles si la justicia neoyorquina le condena a cadena perpetua como pide la fiscalía o a 20 años de cárcel como sugiere su defensa.
El funcionario mexicano de mayor rango en sentarse en el banquillo de la justicia estadounidense comparece este miércoles ante el juez Brian Cogan a las 16h30 en el Tribunal Federal Este en Brooklyn para conocer su suerte, varias veces aplazada.
La fiscalía pidió el pasado 20 de septiembre cadena perpetua para el que fuera zar antidrogas durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), mientras que la defensa solicitó de 20 años de cárcel, tras ser declarado culpable en febrero de 2023, por un jurado popular de cinco delitos.
Entre ellos, tráfico internacional de cocaína, al proteger al Cártel de Sinaloa de Joaquín «El Chapo» Guzmán, que purga cadena perpetua en Estados Unidos.
García Luna «explotó su poder y autoridad aceptando millones de dólares en sobornos de una organización narcotraficante a la que juró perseguir», adujo la fiscalía, que considera «difícil exagerar la magnitud de los crímenes del acusado».
Desde que fue detenido en diciembre de 2019, García Luna ha estado internado en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, de infausta reputación, por donde pasaron personajes como el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández -condenado a 45 años de cárcel por narcotráfico-, o actualmente el rapero multimillonario Sean «Diddy» Combs, acusado de violación y agresiones sexuales.
Algunos de sus compañeros de infortunio han escrito al juez para pedir clemencia o magnanimidad con él después de ayudarlos a preparar el certificado de estudios secundarios.
«Tiene el récord de ser el profesor de los que más (h)an aprovado (sic) este examen», dice un preso que considera que es un «líder en organizar» todo lo que «sirve a nosotros los presos».
«Es una persona que siempre está dispuesta a ayudar a los demás, siempre saca de su tiempo para aconsejarnos y motivarnos para cuando salgamos de esta situación (y) poder integrarnos en la sociedad», dice otro.
Las cartas escritas por presos y familiares en favor de este ingeniero mécanico de 56 años puede que no tengan demasiada influencia en el juez Cogan, que condenó a cadena perpetua al «Chapo» Guzmán en 2019 y en cuyo juicio surgió el nombre de García Luna, que en 2013 la revista Forbes lo incluyó en la lista de los «10 mexicanos más corruptos».
Ahora, a Cogan también le ha tocado el dossier de Ismael «Mayo» Zambada – cofundador del Cártel de Sinaola junto con el «Chapo» en los años 1980-, y que fue detenido el 25 de julio en Nuevo México tras aterrizar en un pequeño avión en compañía de uno de los «chapitos», Joaquín Guzmán López, hijo del aquél.
– «Honor intacto» –
El exfuncionario mexicano ha intentado en vano que se vuelva a repetir el juicio al considerar que cuenta con pruebas que demostrarían su inocencia.
En una carta manuscrita publicada el 18 de septiembre sugirió que el gobierno del expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador estaba detrás de su condena.
En la misiva se lamentaba que la justicia estadounidense hubiera utilizado «información falsa proporcionada por el gobierno de México» y testigos con «antecedentes criminales» que él persiguió cuando era el zar antidrogas.
Según García Luna, la fiscalía «no presentó una sola prueba o evidencia que acreditara los delitos» que pesan sobre él.
«Mi honor está intacto, yo no he cometido ningún delito», sostuvo.
Tras su detención, según él, la fiscalía neoyorquina le propuso un acuerdo para que se declarara culpable de narcotráfico a cambio de «debilitar» la vida institucional de México a cambio de una condena leve (6 meses) y «beneficios económicos», a lo que se negó dijo en la carta.
García Luna advirtió que apelará la condena y agotará todos los recursos legales «hasta lograr» su libertad.
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