Por primera vez en sus 179 años de historia, el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) ha alcanzado un hito significativo: la mayoría de sus agentes son ahora hispanos. Este cambio demográfico representa un avance importante en la diversidad de la fuerza policial más grande de Estados Unidos.
Este logro llega dos décadas después de que la ciudad de Nueva York se viera obligada a pagar una millonaria indemnización por una demanda por discriminación presentada por la Asociación de Oficiales Latinos. En aquel momento, un informe de la Comisión de Derechos Civiles de Estados Unidos denunciaba la subrepresentación de personas de color en el NYPD y señalaba fallas en los procesos de reclutamiento y capacitación.
Aunque los blancos aún constituyen el grupo más grande en términos generales dentro del departamento, son los hispanos quienes predominan en el rango de agente, el nivel inicial para convertirse en policía. Este cambio refleja una mayor alineación con la demografía de la ciudad de Nueva York, donde la población hispana representa un porcentaje significativo.
Diversos líderes comunitarios y policiales han celebrado este hito. Joseph Ayala, presidente de la Sociedad Hispana del NYPD, considera que este logro es resultado de los esfuerzos del departamento por crear una fuerza policial más representativa. Sin embargo, reconocen que aún queda mucho por hacer para garantizar que todas las comunidades sean tratadas de manera justa y equitativa por la policía.
A pesar de este avance, algunos críticos advierten que la mayor diversidad en la fuerza policial no garantiza por sí sola que los neoyorquinos experimenten una reducción en la mala conducta policial o un aumento en la confianza en las autoridades. Lourdes Rosado, presidenta de Latino Justice PRLDEF, enfatiza que la dignidad, el respeto y la justicia son derechos fundamentales que todos los neoyorquinos merecen, independientemente de su origen étnico.
