Heridas en su orgullo por el tropiezo ante Costa Rica, Vinicius Jr y el resto de las estrellas de Brasil están bajo presión para acallar las críticas el viernes frente a Paraguay en Las Vegas, en la segunda fecha del Grupo D de la Copa América-2024.
La ‘Seleçao’ aterrizó la tarde del martes en la ciudad de los casinos en pleno proceso de reflexión tras el empate sin goles del lunes frente a Costa Rica.
«Hablaremos, el profesor (Dorival Júnior) mostrará los vídeos y en el próximo partido buscaremos la victoria», sintetizó el defensa Marquinhos en la llegada al hotel de Las Vegas.
El termómetro en la desértica urbe de Nevada supera estos días los 40º Celsius, pero la temperatura alrededor de la ‘Canarinha’ no es menos asfixiante.
La cita ante la escuadra tica, la más joven de la Copa América, era propicia para mostrarle al continente que Brasil no ha perdido su magia.
Aunque sus nombres no intimiden desde la alineación como antaño, Dorival Júnior tiene a su disposición uno de los planteles más completos y talentosos del torneo continental.
Vinicius Jr. se perfila como el próximo Balón de Oro brasileño y, junto a Rodrygo, es la dupla ofensiva campeona de la liga española y la Liga de Campeones de Europa con el Real Madrid.
El técnico también puede utilizar el comodín de Endrick, la joya de 17 años que ha batido récords de precocidad de Pelé.
Pero ninguno de esos argumentos resultó suficiente para vulnerar el arco que defendía el costarricense Patrick Sequeira, a quien sacaron del anonimato con el que juega en el Ibiza de la tercera división española.
«Tenemos que mejorar, yo sé que debo mejorar», reconoció Vinicius, que le sigue debiendo a Brasil el fabuloso nivel que exhibe en el Real Madrid. «Tenemos un entrenador nuevo, jugadores nuevos. Todo requiere tiempo».
– El «Rey Neymar» –
Sin ser la situación todavía dramática, los planes de Brasil se vieron totalmente trastocados por el fiasco en el SoFi Stadium de Inglewood, Los Ángeles.
La victoria ante Paraguay pasa a ser obligatoria para llegar con opciones de escalar al primer lugar de grupo en el duelo final ante la intratable Colombia el martes en Santa Clara (California).
Ese choque ante la escuadra cafetera, invicta en sus últimos 24 partidos, será la prueba de fuego de un Brasil al que algunos analistas le tienen tan poca fe que, más que recuperar el trofeo, sólo piden «evitar bochornos».
Mientras construye un equipo competitivo para el Mundial de 2026, de Dorival Júnior se exige que extraiga mucho más provecho del presente, y se empieza a dudar de algunas de sus decisiones.
El viernes, la solución que encontró el experimentado estratega ante el buen marcaje costarricense a Vinicius Jr. fue enviar a su estrella al banco a 20 minutos del final, una sustitución que Neymar no se podía creer en la grada del SoFi Stadium.
El todavía líder de esta selección, baja en la Copa América por su grave lesión de rodilla, fue protagonista esa noche en redes sociales por sus gestos de desesperación ante el estéril asedio brasileño.
Pocas horas después, el máximo goleador histórico de la ‘canarinha’ envió un mensaje de confianza a su selección.
«Desde fuera puedes tener una visión que nunca verías en el campo, donde en segundos tienes que resolver una jugada», escribió en Instagram la exfigura del Barcelona y Paris Saint-Germain.
«Hoy viví el lado del aficionado, lleno de angustia, con la sensación de que llegaría el gol, escalofríos, pero NUNCA cruzaré la línea fuera del campo. Se acabó el partido, pasamos página, a entrenar y mejorar para el próximo partido», zanjó.
El delantero del Al-Hilal saudita, que está disfrutando en Estados Unidos de su gran afición al póker, fue recibido por todo lo alto en la capital del juego, con la fachada luminosa del hotel dando la bienvenida al «Rey Neymar Jr».
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