Los Boston Celtics rompieron una sequía de títulos que duraba desde 2008 y conquistaron este año su decimoctavo título en la NBA.
Gracias a este éxito, la franquicia verde rompió la igualdad que tenía en lo alto del palmarés con Los Angeles Lakers y volvió a colocarse como formación con más títulos en el campeonato de básquet más importante del mundo.
En las Finales de la NBA se impuso por un global de 4-1 a los Dallas Mavericks.
En la noche de la conquista del título, Jayson Tatum, con 31 puntos y 11 asistencias, fue el protagonista del equipo campeón, que sucedió en el palmarés del torneo a los Denver Nuggets. En las Finales, el codiciado premio MVP (Jugador Más Valioso) fue para la otra estrella del equipo, Jaylen Brown.
La química entre Tatum y Brown, asociados desde hace siete temporadas, fue de nuevo explosiva y el TD Garden de Boston aclamó a ambos como símbolos del plantel.
Frente a ellos quedaron unos Mavericks de Dallas con Luka Doncic, que admitió la superioridad de los Celtics en las Finales.
«Ellos son un gran equipo, tienen grandes jugadores. Llevan mucho tiempo juntos y han tenido que pasar por todo, así que tenemos que fijarnos en ellos, ver cómo juegan, su madurez. Podemos aprender de eso», afirmó el esloveno.
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