Reforzado por su duro ataque verbal a su rival Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lleva su mensaje de campaña a una serie de estados indecisos y claves para las presidenciales de noviembre.
El demócrata Biden va a Pensilvania el viernes y a Georgia el sábado para dar un impulso a su campaña de reelección.
La próxima semana, Biden, de 81 años, viajará a New Hampshire el lunes, a Wisconsin el miércoles y a Michigan el jueves.
Biden pronunció el jueves uno de los discursos más duros jamás vistos desde el podio del Congreso. Lo que solía ser una intervención formal se convirtió en un mitin.
Atacó una y otra vez a Trump por «inclinarse» ante el presidente ruso Vladimir Putin y ser una amenaza para la democracia estadounidense, y trató de títeres a los congresistas republicanos de la Cámara de Representantes por, según él, cumplir sus órdenes.
Otro de sus objetivos era aliviar las inquietudes de los votantes sobre su edad, 81 años. Lo hizo con un tono de voz firme, y replicando a las interrupciones de algunos trumpistas en un tono directo, aunque suavizado con bromas.
Los donantes han sido generosos y él utilizará el dinero en marzo para hacer campaña en todos los estados en disputa.
– «Decisivos» –
La vicepresidenta Kamala Harris, que durante el discurso se levantó para aplaudir a su jefe, viajará a Arizona y Nevada para centrarse en los votantes latinos.
«Joe Biden se ha propuesto llegar a los votantes donde están y salvar nuestras divisiones», dijo la presidenta de la campaña, Jen O’Malley Dillon.
Entre tanto Donald Trump, «con una agenda perdedora y corto de liquidez» está «cooptando activamente a los votantes decisivos», añadió.
Trump tiene problemas financieros por sus múltiples batallas legales, incluido un caso penal por presuntamente haber intentado alterar su derrota electoral de 2020 ante Biden y una multa por fraude civil de 355 millones de dólares.
Biden se dirige a Filadelfia para un mitin el viernes, en el crucial estado de Pensilvania que ya ha visitado varias veces durante los últimos meses.
Pensilvania fue uno de los tres estados del «Muro Azul» donde los votantes, en su mayoría de clase trabajadora, abandonaron a los demócratas por Trump en 2016, antes de que Biden los recuperara en 2020.
Esta vez, Biden está muy por detrás de Trump en las encuestas, pero el discurso anual sobre el estado de la Unión le dio la oportunidad de presentar sus ideas a millones de telespectadores.
– «Hiperpartidista» –
Sin mencionarlo por su nombre, pero refiriéndose 13 veces a su «predecesor», Biden arremetió contra Trump y los republicanos en todos los frentes, desde el aborto hasta la economía, pasando por la migración. Advirtió además que «la libertad y la democracia están bajo ataque».
Los demócratas lo recibieron al grito de «¡cuatro años más!», y cuando los republicanos lo abuchearon, especialmente en el tema de la migración, él replicó.
Durante el discurso, el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, sacudía la cabeza desde su asiento, justo detrás de Biden.
«Fue un discurso de ataque hiperpartidista», dijo Johnson, cuyo partido se ha visto afectado por luchas internas y actualmente bloquea un proyecto de ley bipartidista para enviar ayuda militar a Ucrania.
«Cualquiera puede leer un teleprónter (…) Creo que es un presidente muy débil», dijo.
El discurso de Biden también abordó la guerra en Gaza, que ha enfurecido al electorado de izquierda y la comunidad árabe-estadounidense por el fuerte apoyo de Biden al intento de Israel de aplastar al movimiento islamista palestino Hamás.
Anunció que ha ordenado al ejército estadounidense que establezca un puerto en la costa de Gaza para llevar ayuda humanitaria y pidió a Israel que no utilice la ayuda como «moneda de cambio».
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