Tras bañarse en gloria con un doblete histórico, la Copa Libertadores y el Brasileirao, el Botafogo de Rio de Janeiro se ilusiona con alzar la renacida Copa Intercontinental, un título por el que deberá luchar ante un rival invencible desde hace años para los sudamericanos.
La competición, que sustituye al antiguo Mundial de Clubes y cuya fase final se disputará en Catar a partir del miércoles, podría ser además la última ocasión en que la exitosa plantilla comandada por Artur Jorge juegue junta.
Vencedor, en una semana, de su primera Libertadores y su tercera liga, la primera en casi tres décadas, el Fogão luchará por el pase a la semifinal con el Pachuca de México el miércoles en Doha.
El Al-Ahly de Egipto aguarda a su rival en la semifinal, mientras que el Real Madrid espera por su adversario en la final, que se disputará el miércoles de la próxima semana en el lujoso estadio de Lusail.
Algunas de las figuras del Botafogo y el mismo entrenador portugués son objeto de asedio por equipos de Europa, por lo que el proyecto vencedor del cuadro albinegro se enfrenta a las paradojas del éxito antes incluso de que acabe la temporada más exitosa de sus 120 años de existencia.
«Reemplazar atletas de este nivel no es fácil. Pero estamos muy concentrados, pensando ya en el 2025», dijo Alessandro Brito, jefe del departamento de scouts del Botafogo, al canal ESPN.
El mediocampista argentino Thiago Almada, del Botafogo, hace un gesto durante el partido de su equipo contra el Sao Paulo, por la última jornada del campeonato brasileño, en el estadio olímpico Nilton Santos en Rio de Janeiro, Brasil, el 8 de diciembre de 2024.
– ¿Fin del cuarteto ofensivo? –
Artur Jorge tiene pendiente una reunión para definir su futuro con el dueño del Glorioso, el magnate estadounidense John Textor, propietario también del Olympique de Lyon, el Crystal Palace y el Molenbeek.
Una situación similar puede ocurrir con tres de los cuatro integrantes de la poderosa ofensiva de los albinegros, conformada por los brasileños Luiz Henrique e Igor Jesus, el venezolano Jefferson Savarino y el argentino Thiago Almada.
Con su continuidad en veremos, Luiz Henrique, Igor Jesus y Almada han dicho que quieren quedarse en Rio para disputar el ampliado Mundial de Clubes que se realizará en Estados Unidos a mediados del próximo año.
Pero podrían marcharse antes de tiempo para reforzar al Lyon de Textor, amenazado con descender a raíz de su alto endeudamiento, o a otro club del Viejo Continente.
«Vamos a pensar en el torneo y después veremos qué pasa con el futuro», dijo Almada, campeón del mundo con la Albiceleste de Lionel Messi en 2022, el domingo tras la victoria 2-1 contra Sao Paulo que les garantizó el título del Brasileirao.
«No puedo dar una respuesta (sobre mi permanencia en el Botafogo). Mi deseo es quedarme para jugar el Mundial», afirmó por su parte Luiz Henrique, clave en la conquista de la Libertadores y elegido mejor jugador de la liga de Brasil.
El atacante Luiz Henrique, del Botafogo, disputa el balón con el delantero William, del Sao Paulo, durante el partido entre ambos equipos por la última jornada del campeonato brasileño de fútbol en el estadio olímpico Nilton Santos en Rio de Janeiro, Brasil, el 8 de diciembre de 2024.
– Primero lo primero –
Tras bordar su tercera estrella liguera, el Botafogo partió hacia Catar para jugar su primera Copa Intercontinental, un derecho adquirido por vencer al Atlético Mineiro el 30 de noviembre en Buenos Aires en la final brasileña del principal torneo de clubes de América.
A pesar de la incertidumbre por la continuidad de piezas clave, el ambiente en el Glorioso era de alto optimismo sobre la posibilidad de encarar al once de Vinicius Jr y Kylian Mbappé en una eventual final.
«Sabemos que es difícil (vencerlos), pero no es imposible. Muchos dudaron de nosotros», sostuvo Luiz Henrique. «Contra el Real Madrid va a ser difícil, pero vamos a dar la vida para salir victoriosos».
Para batirse en duelo con los vencedores de la pasada Liga de Campeones de Europa deberán derrotar antes al Pachuca, ganador de la llamada Concachampions de 2024.
De despachar a los mexicanos, tendrán que hacer frente al aplastante dominio europeo en la competición, ganada por representantes del Viejo Continente de manera ininterrumpida desde 2013.
El Corinthians de Sao Paulo, en 2012, fue la última escuadra sudamericana en embolsillarse el otrora Mundial de Clubes.
«Tenemos un juego contra el Pachuca y no sé lo que viene después de eso», bromeó el magnate John Textor. «Está ese equipo pequeño de Madrid esperando, pero primero tenemos que conquistar nuestro lugar».
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