Los Ángeles, California.- Los recientes incendios forestales en Los Ángeles han resultado en la trágica pérdida de al menos 10 vidas y han arrasado más de 8,000 hectáreas. Según el informe del médico forense del condado, las llamas han destruido aproximadamente 10,000 estructuras mientras los bomberos continúan combatiendo el fuego.
Kristin Krowley, jefa del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, describió la situación como la más desafiante en sus 25 años de servicio. El incendio principal en la zona de Palisades, conocido por sus propiedades de alto valor, está actualmente contenido en un 6%. Hasta ahora, 7 de las víctimas provienen de este siniestro, mientras que 5 fallecieron en el incendio Eaton en Altadena.
El fuego en Palisades ha llevado al desplazamiento de miles de personas, y las autoridades temen que el número de víctimas aumente a medida que se evalúan las áreas afectadas. Además, un nuevo incendio, Kenneth, ha sido declarado cerca de la frontera entre Los Ángeles y Ventura, provocando órdenes de evacuación para cientos de residentes.
La policía de Los Ángeles investiga este incendio como un caso de incendio provocado, y se ha detenido a un sospechoso. En medio de la crisis, se han reportado saqueos en zonas evacuadas, lo que ha llevado al alguacil del condado, Robert Luna, a imponer un toque de queda a partir de las 6 p.m. Las autoridades han arrestado al menos a 20 personas por robos en propiedades afectadas.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, advirtió que habrá «tolerancia cero» para quienes intenten saquear. En respuesta a la inseguridad, se desplegarán 400 miembros de la Guardia Nacional para ayudar.
El humo de los incendios ha deteriorado la calidad del aire en una región que alberga a aproximadamente 10 millones de personas, con índices de calidad del aire superando los 160 puntos, lo que se considera «insalubre». Las autoridades han recomendado a los residentes quedarse en casa y evitar actividades al aire libre, y las escuelas de las áreas afectadas han suspendido las clases hasta nuevo aviso.
Los fuertes vientos de Santa Ana, con ráfagas de hasta 160 km/h, han complicado los esfuerzos de contención. Aunque se anticipa una mejora en las condiciones climáticas, las alertas de bandera roja permanecerán activas debido al alto riesgo de propagación.
El gobierno federal ha prometido cubrir todos los costos relacionados con la extinción y la recuperación en California, proporcionando un alivio financiero al estado en medio de esta crisis. La combinación de pérdidas humanas y materiales, junto con las recientes preocupaciones de seguridad, ha dejado a miles en una situación de incertidumbre. Las organizaciones comunitarias trabajan intensamente para ofrecer refugio y asistencia a los desplazados.Los Ángeles enfrenta uno de los desastres naturales más significativos de su historia reciente, y la resiliencia de los equipos de emergencia será crucial para superar esta dura prueba.