El alguacil del condado de Los Ángeles, Robert Luna, anunció en una conferencia de prensa que Suff admitió haber asesinado a una joven de 19 años en California en 1986.
Gracias a un nuevo análisis de ADN de la evidencia recolectada en la escena del crimen, se logró vincular a Suff con el homicidio. El ADN encontrado en la ropa de la víctima coincidía con el perfil genético del conocido asesino de Lake Elsinore.
Según Suff, conocía a la víctima de un taller de reparación y la convenció de subir a su coche. Una discusión por unas gafas rotas desencadenó una violenta pelea que culminó con el asesinato de la joven.
Las autoridades creen que esta confesión brinda un cierre a la familia de la víctima y demuestra el poder de la ciencia forense para resolver crímenes, incluso años después de cometidos.