La actriz mexicana Aracely Arámbula fue abordada por los periodistas sobre su relación con su ex pareja, el cantante Luis Miguel, y no dudó en expresar sus sentimientos.

“¿La situación legal cómo va?”, le preguntó una reportera este domingo durante la celebración de los 100 mil espectadores del musical Vaselina.

“Ya sabrán. Lo único que sí les quiero decir es que ese comunicado que salió por allá de España que yo no le permitía a mis hijos ver a su papá es una total mentira, por eso yo lo aclaré y les puse es falso”, respondió la actriz.

Luego, agregó: “Siempre ha tenido las puertas abiertas. Decían que yo tenía que estar presente para que él los pudiera ver, para empezar no me interesa verle la cara porque me cae muy mal, ahorita me cae muy mal, no se ha portado nada bien”, sumó.

Continuó con su descargo contra el Sol de México y expresó: “Decían ‘tiene que estar ella presente’ pues era cuando tenían 4 y 6, pero ahorita tienen 16 y 14, ya están más altos que él, así que ojalá que si él tiene esa conciencia de verlos los tiene que buscar, que no esté esperando que lleguen al concierto como cuando él truena los dedos y están ahí todos, o sea la verdad es que así como sale ese sol enorme tan grande –no quiero decir nada malo, pero voy a decir las cosas que siento–, tan grande como su ego que así de grande sea el corazón para sus hijos”.

“El ser ídolo no quiere decir que no puede ser buen papá, vean a Alejandro Fernández con sus hijos en el escenario, con su nieta; Chayanne, gente que me ha atendido a mí con mucho cariño, con mucho corazón, que han atendido a mis hijos, que mis hijos les tienen cariño a ellos y admiración y cómo es posible… Tienen un papá que es un ídolo, qué bueno, qué padre –a mis hijos siempre les dicho ‘admiren muchísimo a su papá porque su papá es un gran artista’– pero ojalá que ese gran artista también sea un gran padre para ellos”, finalizó.

De acuerdo a la información que publica el sitio People en Español, Arámbula reconoció que habló con sus hijos antes de acudir a la alfombra para saber qué podía decir y qué no.