Vaticano.- Pese a su convalecencia en el Hospital Policlínico Gemelli, el Papa Francisco continúa cumpliendo con sus deberes, anunciando la aprobación de la canonización del beato venezolano José Gregorio Hernández. Esta decisión ha sido recibida con gran alegría y expectativa por el pueblo venezolano y la comunidad católica en América Latina.
A través de un comunicado, el Vaticano informó que el Sumo Pontífice llevó a cabo una audiencia desde el hospital con el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, y con Monseñor Edgar Peña Parra, Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado. Durante esta reunión, el Papa aprobó los votos a favor de la Sesión Ordinaria de los Padres, Cardenales y Obispos, miembros del Dicasterio para las Causas de los Santos, formalizando así la canonización de José Gregorio Hernández y del beato italiano Bartolo Longo.
En cuanto a las fechas de las canonizaciones, el Papa Francisco ha decidido convocar a un consistorio para definir los detalles y los próximos pasos a seguir.
La figura de José Gregorio Hernández ha cobrado un renovado interés y devoción en años recientes. Conocido como «el médico de los pobres», Hernández fue un médico y filántropo que estudió medicina en Caracas, capital de Venezuela, y dedicó su vida a brindar consultas gratuitas a personas de escasos recursos. Tras obtener una beca para completar sus estudios en Francia, regresó a Venezuela con nuevos conocimientos que modernizaron la práctica médica en su comunidad.
José Gregorio Hernández falleció el 29 de junio de 1919, tras ser atropellado por un automóvil, uno de los pocos que había en Caracas para la época. Su muerte marcó el inicio de un culto a su figura, con numerosas personas invocándolo en busca de salud y bienestar.
