Los Ángeles, California.– Lyle y Erik Menéndez, condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989, comparecieron este lunes ante un juez después de 28 años tras las rejas.
Este momento es significativo en su búsqueda por la libertad, impulsada por nuevas evidencias y un cambio en la percepción pública sobre su caso. La audiencia, programada para las 10:30 a.m. (hora del este), fue dirigida por el juez Michael Jesic, quien decidió aplazar la nueva sentencia para enero de 2025.
Para garantizar la confidencialidad y la seguridad del proceso, se restringió el acceso a cámaras y teléfonos celulares en la sala. Solo 16 personas pudieron asistir al evento, que se determinó mediante un sorteo público.
Los hermanos Menéndez fueron condenados en 1996 durante un segundo juicio que resultó en su cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Aunque admitieron haber asesinado a sus padres, José y Kitty Menéndez, argumentaron que actuaron en defensa propia tras sufrir años de abuso físico, emocional y sexual. En contraste, la fiscalía sostuvo que los asesinatos fueron premeditados con el fin de acceder a la multimillonaria herencia familiar.
El caso ha cobrado nueva relevancia en 2023 gracias a la docuserie de Peacock Menéndez + Menudo: Boys Betrayed, en la que Roy Rosselló, exintegrante de Menudo, reveló que fue víctima de abuso sexual por parte de José Menéndez cuando tenía 13 años. Además, se presentó una carta escrita por Erik Menéndez en 1988 en la que describe el temor constante por los abusos que sufría. Estas revelaciones llevaron a los abogados de los hermanos a presentar una petición de hábeas corpus para reexaminar la sentencia.
George Gascón, fiscal del distrito de Los Ángeles, ha mostrado su respaldo a esta revisión, argumentando que los hermanos han demostrado un buen comportamiento en prisión y han trabajado en su rehabilitación, así como en mejorar la vida de otros reclusos. Gascón también sugirió que los Menéndez podrían ser resentenciados bajo la ley de liberación anticipada juvenil, considerando que los delitos fueron cometidos cuando eran menores de 26 años.