MÉXICO.- El narcotraficante Ismael ‘El Mayo’ Zambada se refirió a la estrategia de ‘Abrazos no balazos’ del ex presidente Andrés Manuel López Obrador y la producción de fentanilo en Sinaloa, en una entrevista con la periodista María Scherer Ibarra, hija del periodista Julio Scherer García, dos semanas antes de que fuera detenido.
De acuerdo con una crónica que publica Proceso, Scherer Ibarra compartió que las primeras semanas de diciembre de 2023 recibió la petición de firmar una dedicatoria en un ejemplar de un libro de su padre para Zambada. Ante ello, la periodista propuso una fecha para entrevistarlo y fue en julio de 2024 que se concretó el encuentro.
Refiere que cuando ‘El Mayo’ fue cuestionado sobre su postura sobre la estrategia de seguridad del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, el narcotraficante aseguró que la considera pertinente.
«Tiene razón el presidente. Los balazos son peligrosos», dijo.
También hablaron sobre la relación del gobierno con el narcotráfico, en donde a ‘El Mayo’ le preguntaron qué tan enredado está el gobierno con el narco y qué tan firme es la relación entre ambos.
Al respecto, ‘El Mayo’ Zambada dijo: “Conozco a gente metida en todos lados. En la policía municipal, en la estatal, en la federal».
Le preguntaron entonces si también había gobernadores, y el narcotraficante señaló que “ahí hay de todo. Unos sí, otros no”. “Según la prensa”, abordó la periodista, a lo que el capo respondió que “la prensa dice mentiras. Puras mentiras”.
Ismael ‘El Mayo’ Zambada también se refirió a la producción de fentanilo en México, droga que se ha puesto en el foco de los gobiernos de México y Estados Unidos.
Sobre ese tema, el narcotraficante aseguró que ninguno de sus laboratorios o puntos de venta del narcotráfico son suyos, pues es una sustancia muy peligrosa.
«El fentanilo eso sí no. Aquí no van a encontrar una sola tiendita que sea mía. El fentanilo es muy peligroso», aseguró.
Proceso señala que, dos semanas después de la entrevista, el 25 de julio de 2024, Ismael ‘El Mayo’ Zambada fue secuestrado y trasladado al aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México, Estados Unidos, en un operativo del que el gobierno de México no tuvo conocimiento.
