Amazon anunció el miércoles tres acuerdos para el desarrollo de pequeños reactores nucleares, sumándose a otros gigantes tecnológicos que buscan responder a la alta demanda de energía de la inteligencia artificial (IA) y los servicios de nube.
La gigante del comercio en línea invertirá en los reactores modulares pequeños (SMR, siglas en inglés), que son más compactos y potencialmente más fáciles de instalar que los tradicionales.
«Una de las formas más rápidas de responder al cambio climático es transitando nuestra sociedad a fuentes de libres de carbono, y la energía nuclear es tanto libre de carbono como capaz de crecer, por lo que es un área importante para las inversiones de Amazon», dijo el director general de Amazon Web Services, Matt Garman.
Esta tecnología, sin embargo, está aún en etapa inicial y carece de aprobación de los reguladores, lo que plantea dudas sobre los plazos de implantación.
Según una portavoz de Amazon, los contratos firmados superan los 500 millones de dólares.
Estas asociaciones incluyen un acuerdo con Energy Northwest para desarrollar cuatro SMR en el estado de Washington, con potencial para generar 960 megavatios (MW) de energía para inicios de 2030.
La empresa también participa en una ronda de financiación de 500 millones de dólares en X-energy, líder en el desarrollo de SMR, para nuevos proyectos de energía nuclear que generen más de cinco gigavatios.
Finalmente, Amazon se alió con Dominion Energy para explorar un proyecto de SMR cerca de la estación nuclear North Anna, en Virginia, para generar al menos 300 MW para atender la proyección del aumento de la demanda.
Esta región, que alberga el mayor centro de datos del mundo, ha aumentado a un nivel sin precedentes su demanda de energía debido a la expansión del sector.
Así como Amazon, empresas como Google y Microsoft han ampliado rápidamente la capacidad de sus centros de datos y buscan nuevas fuentes de electricidad.
La energía nuclear, no obstante, tiene firmes detractores debido a preocupaciones por la eliminación de residuos radiactivos, la posibilidad de accidentes catastróficos y los elevados costos asociados a la construcción y desmantelamiento de las centrales.
Según Goldman Sachs, se estima que la demanda de energía de los centros de datos crezca un 160% para 2030 y la IA representará cerca del 19% de la demanda para 2028.
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