Los Ángeles, California.- La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, manifestó este domingo su rotunda oposición al uso de mascarillas por parte de agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) durante operativos migratorios, una práctica permitida bajo políticas impulsadas por la administración del presidente Donald Trump.
Bass calificó la medida como “sin sentido” y aseguró que genera desconfianza entre la ciudadanía. Analizó que este tipo de prácticas generan temor comunitario.
“¿Qué mensaje se envía al Departamento de Policía de Los Ángeles, que nunca usa máscaras, siempre se identifica y hasta entrega tarjetas de presentación?”, declaró.
La mandataria local argumentó que el anonimato de los agentes puede derivar en represalias contra sus familias y subrayó que “los hombres enmascarados no son de Los Ángeles”. Además, expresó que el atuendo civil de los agentes, complementado únicamente por chalecos con la palabra “policía”, genera confusión entre los residentes. “Parece algo que cualquiera podría haber comprado en línea”, alertó.
Justificaciones oficiales y debate político Bass respondió así a las declaraciones del director interino de ICE, Todd Lyons, quien explicó que la autorización para utilizar mascarillas durante operaciones migratorias obedece a “preocupaciones de seguridad”, aunque reconoció que no apoya plenamente esta medida. “Si es una herramienta que ayuda a proteger a los agentes y sus familias, entonces lo permitiré”, sostuvo Lyons en el mismo programa.
Las críticas hacia el uso de máscaras en operativos migratorios no se han limitado al ámbito local. A principios de mes, un grupo de senadores demócratas envió una carta formal a Lyons denunciando la ausencia de uniformes e identificación clara como causa de caos e inseguridad en diversas comunidades.
Exigen cambios legislativos En otro frente, más de 20 fiscales generales solicitaron al Congreso la creación de una ley que prohíba a los agentes de inmigración realizar acciones vestido de civil y con el rostro cubierto. En su declaración, los fiscales señalaron que estas prácticas provocan temor, desinformación y representan una “grave amenaza” para la seguridad pública.
Letitia James, fiscal general del estado de Nueva York, expresó su preocupación al respecto: “Es alarmante que en Estados Unidos, agentes enmascarados puedan detener personas en calles, usando vehículos sin ningún tipo de identificación, sin siquiera informar que son autoridades”.
Las denuncias destacan que el uso de vestimenta civil, máscaras y vehículos sin distintivos ha acentuado el sentimiento de inseguridad, especialmente en comunidades de inmigrantes, donde la presencia de agentes encubiertos aumenta la tensión y el miedo.