La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha tomado medidas contundentes contra una organización de tráfico de personas, encabezada por Abdul Karim Conteh, con sede en Tijuana, México.
Esta organización ha sido identificada como responsable de la introducción ilegal de miles de migrantes a territorio estadounidense, lo que ha llevado a la OFAC a imponer sanciones financieras al acusado.
Un comunicado oficial del Departamento del Tesoro revela que el tráfico de personas es un delito federal grave.
Este comportamiento implica no solo la entrada ilegal de extranjeros a los Estados Unidos, sino también el transporte y la provisión de albergue a aquellos que ya se encuentran en el país de manera irregular, en abierta violación de las leyes de inmigración estadounidenses.
El subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian E. Nelson, subrayó la gravedad de la situación: “Estas organizaciones explotan a individuos desesperados que buscan una vida mejor. Nuestra colaboración con socios, tanto nacionales como internacionales, es clave para desmantelar sus finanzas y operaciones, que representan una amenaza a la seguridad nacional”.
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La OFAC, en colaboración con el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Justicia, ha intensificado sus esfuerzos para abordar este delicado asunto. “El Tesoro está comprometido a utilizar todos los recursos a su disposición para debilitar la capacidad de grupos como el liderado por Karim para llevar a cabo operaciones criminales”, agregó Nelson.
Se ha identificado que Abdul Karim Conteh, originario de Sierra Leona, ha estado contrabandeando migrantes de diversas nacionalidades, incluyendo africanos, chinos, rusos y ciudadanos de Asia Central, hacia Estados Unidos. La organización, además de introducir a los migrantes, también les proporcionaba documentos fraudulentos y asesoría sobre cómo cruzar la frontera en forma ilegal.
Verónica Roblero Pivaral, esposa de Conteh y nacional mexicana, desempeñaba un papel crítico en la operación, que incluía llevar a los migrantes a la frontera y gestionar los pagos recibidos por sus actividades ilegales.
Las autoridades estadounidenses han destacado la importancia de la cooperación interagencial en la lucha contra el tráfico de personas, asegurando que “la acción de hoy es resultado de un esfuerzo conjunto que no habría sido posible sin el apoyo continuo de nuestros socios”.
