CIUDAD DE MÉXICO – En medio de las amenazas de aranceles y la intensa presión ejercida por el presidente Donald Trump, México y Estados Unidos alcanzaron un entendimiento crucial en el marco del Tratado de Aguas de 1944 para la entrega de agua del Río Bravo.
El Gobierno de México, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, informó que el país tiene la intención de liberar 249.163 millones de metros cúbicos para Estados Unidos. Las entregas están programadas para comenzar la semana del 15 de diciembre.
Ruta para Saldar el Déficit
El acuerdo no solo aborda el ciclo actual, sino que también contempla la retribución «oportuna» del déficit excepcional del ciclo anterior, el punto central de las acusaciones de incumplimiento hechas por la administración Trump.
Dijeron que ambos gobiernos han trabajado «de manera intensa y coordinada» para definir una ruta técnica, con el objetivo de finalizar los detalles del plan antes del 31 de enero de 2026.
A pesar del consenso bilateral, el presidente Trump continuó elevando la tensión política a principios de diciembre, insistiendo en que México ha violado el tratado y que no ha entregado el volumen suficiente. El mandatario incluso amenazó con imponer aranceles del 5% y otras medidas económicas como represalia, sumando una queja reciente sobre contaminación por descargas de aguas residuales en Tijuana.
El Gobierno de México, sin embargo, ha reiterado enfáticamente que no ha incurrido en violación alguna de las disposiciones del tratado internacional.
El comunicado final precisa que, en caso de futuro incumplimiento, cada país podrá actuar de manera soberana y conforme a sus intereses nacionales, siempre y cuando se respeten las obligaciones establecidas en el Tratado de Aguas de 1944.



