Sullivan, Indiana.– Un juez del estado de Indiana sentenció esta semana a Joshua Penick, de 36 años, a 120 años de prisión por el asesinato de su exesposa y su hijo adolescente, en un caso que ha conmocionado a la comunidad local por su brutalidad.
Penick fue declarado culpable de haber estrangulado a Samantha Jerrell y a su hijo Colton, de 14 años, antes de enterrar sus cuerpos en una tumba poco profunda cerca de la mina Bear Run, en el condado de Sullivan. Los cuerpos fueron localizados el 17 de octubre de 2024, luego de que perros rastreadores guiaron a las autoridades hasta el lugar, tras la denuncia de desaparición presentada por familiares días antes.
Durante los interrogatorios, el acusado confesó haber cometido el doble homicidio con sus propias manos. “Simplemente puse mis manos alrededor de su cuello y no las solté”, declaró Penick a los investigadores, según reportes del canal local WTWO.
El juez Erik C. Allen, encargado de dictar la sentencia, destacó la frialdad con la que se ejecutaron los crímenes. “Tuvo tiempo para detenerse. Primero mató a su hijo, y luego a Samantha, en ambos casos con sus propias manos. En ningún momento desistió”, señaló el magistrado durante la audiencia, según información publicada por Law&Crime.
Penick se declaró culpable en julio de dos cargos de asesinato, lo que permitió que se retiraran otras acusaciones por obstrucción a la justicia, resistencia a la autoridad y agresión a un agente. La sentencia contempla 60 años de prisión por cada homicidio, a cumplirse de forma consecutiva.
Tras cometer los crímenes, Penick dejó una carta dirigida a su familia en la que pedía perdón y reconocía que “no esperaba tener mucha vida” después de lo ocurrido. También realizó una llamada a su padre en la que expresó que “la cosa salió mal”, sin ofrecer mayores detalles.
Las autoridades continúan revisando los antecedentes del caso y han reiterado su compromiso de brindar apoyo a los familiares de las víctimas.
