Washington D.C.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró este miércoles su intención de desplegar tropas de la Guardia Nacional en Oregon, argumentando que la seguridad en el estado “continúa deteriorándose”, en contraste con las autoridades locales que aseguran tener el control de la situación.
A través de un mensaje publicado en su cuenta de Truth Social, el mandatario republicano criticó duramente a Portland y otras ciudades de Oregon, donde se espera el envío de aproximadamente 200 soldados. Trump ha mantenido una postura crítica hacia el estado durante los últimos días, calificando a Portland como “una zona de guerra” y sugiriendo que algunas ciudades podrían servir como “campos de entrenamiento” para las fuerzas armadas.
El despliegue fue ordenado el pasado domingo, luego de que la gobernadora demócrata Tina Kotek rechazara una solicitud del secretario de Defensa, Pete Hegseth, para activar la Guardia Nacional por iniciativa estatal. La Casa Blanca justificó la medida como una respuesta a las crecientes protestas por las redadas migratorias, intensificadas tras la decisión de Trump de designar al movimiento Antifa como organización terrorista.
Portland es sede de Rose City Antifa, uno de los grupos antifascistas más visibles del país. El presidente afirmó que agentes federales han sido atacados por miembros de la izquierda radical y que las leyes migratorias no han podido ser aplicadas de manera efectiva en Oregon.
Las autoridades estatales, incluyendo la gobernadora Kotek y líderes locales, han rechazado las afirmaciones del presidente, asegurando que las manifestaciones han sido mayormente pacíficas y que no se requiere intervención militar. Sin embargo, imágenes captadas por medios y testigos muestran que agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) han intensificado su presencia, patrullando calles cercanas al edificio federal en el sur de Portland y utilizando balas de pimienta contra manifestantes. Al menos cuatro personas fueron arrestadas la noche del martes.
A pesar de la orden presidencial, un representante del Departamento Militar de Oregon indicó ante la Legislatura estatal que no se espera la llegada inmediata de las tropas.
Este sería el cuarto despliegue de tropas federales ordenado por Trump en ciudades gobernadas por demócratas, tras acciones similares en Los Ángeles, Washington D.C. y Memphis. El presidente también ha mencionado la posibilidad de enviar fuerzas a Chicago, mientras que el gobernador de Luisiana, Jeff Landry, ha solicitado apoyo militar para reforzar la seguridad en su estado.
