Baton Rouge, Luisiana.- El gobernador republicano Jeff Landry solicitó formalmente el despliegue de hasta 1,000 efectivos de la Guardia Nacional en Nueva Orleans, Shreveport y Baton Rouge, como parte de una estrategia para enfrentar el crimen en el estado. La petición fue enviada al secretario de Defensa, Pete Hegseth, y se extendería hasta el año fiscal 2026.
Landry, aliado del presidente Donald Trump, respaldó la decisión del mandatario de enviar tropas a ciudades como Washington y Memphis, calificando esas acciones como “asociaciones federales exitosas” que podrían replicarse en Luisiana. “Con el apoyo del presidente Trump y el secretario Hegseth, estamos dando el siguiente paso al traer a la Guardia Nacional”, declaró el gobernador.
La solicitud se produce semanas después de que Trump mencionara a Nueva Orleans como posible destino para futuros despliegues militares en su campaña contra el crimen urbano. En meses recientes, su administración ha enviado tropas a Los Ángeles y ha anunciado planes similares para Chicago y Portland, Oregón, lo que ha generado críticas por parte de líderes demócratas en esos estados.
Landry argumentó que las tasas de delitos violentos en varias ciudades de Luisiana, junto con la escasez de personal en cuerpos policiales locales, justifican el refuerzo militar. También señaló que la vulnerabilidad del estado ante desastres naturales complica aún más la situación, y que la presencia de la Guardia Nacional sería clave durante eventos masivos como Mardi Gras y partidos universitarios.
La propuesta de Landry aún está bajo revisión federal, mientras continúa el debate sobre el papel de las fuerzas militares en tareas de seguridad pública.