El presidente Donald Trump rindió homenaje a Charlie Kirk en el funeral del difunto activista conservador en el Estadio State Farm de Arizona . Durante el evento, el presidente Trump dijo que Kirk quedaría impresionado por la cantidad de personas que asistieron y que le otorgaría póstumamente la Medalla Presidencial de la Libertad.
Erika Kirk, su viuda, quien ha asumido el liderazgo de Turning Point USA , pronunció un emotivo discurso en el que dijo que perdona al asesino de su marido.
En la cruz, nuestro Salvador dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». A ese hombre. A ese joven. Lo perdono», dijo Erika Kirk en el funeral de su esposo , con la voz suavizada y las lágrimas corriendo por su rostro.
Tyler Robinson, de 22 años, ha sido acusado de homicidio agravado en primer grado por el tiroteo fatal de Charlie Kirk el 10 de septiembre. El fiscal general del condado de Utah, Jeff Gray, declaró el martes en una conferencia de prensa que el estado solicitará la pena de muerte para Robinson.
Sin embargo, Erika Kirk dijo recientemente a The New York Times que quiere que el castigo de Robinson sea determinado por el sistema legal, no por sus deseos.
Otros oradores en el evento incluyeron al vicepresidente J.D. Vance ; Marco Rubio , secretario de Estado; Pete Hegseth , secretario de Defensa; Tulsi Gabbard , directora de Inteligencia Nacional; Susie Wiles , jefa de gabinete de la Casa Blanca; y Stephen Miller , subjefe de gabinete.
Vance afirmó que Kirk cambió el curso de la historia estadounidense con el movimiento que creó. Miller advirtió a la izquierda que el «dragón» despierta y que, al morir, Kirk queda inmortalizado.
Por su parte, el presidente Donald Trump dijo a la multitud en Arizona: “El asesino depravado que planeó y ejecutó el asesinato de Charlie ha sido arrestado y acusado de asesinato capital”.
“Si Dios quiere, recibirá el castigo completo y máximo por su horrible crimen”, dijo el presidente.
Trump condenó el ataque no sólo como una tragedia personal sino nacional.
Las puertas del evento abrieron a las 9:00 a.m. y contó con la participación de varias bandas de música cristiana, después de que muchas personas incluso acamparon afuera el sábado por la noche para asegurar sus lugares en la fila.
Se cree que asistieron cerca de 200,000 personas, sin embargo al estadio se le permitió la entrada solamente a 46,000 personas, y miles más fueron enviadas a mirar desde áreas de desbordamiento debajo de carpas afuera, según información local.
