Memphis, Tennessee.- Seis individuos vinculados a la organización criminal Unknown Vice Lords (UVL) – Ghost Mob fueron formalmente acusados por un tribunal federal en Tennessee, tras su presunta participación en un violento tiroteo ocurrido en septiembre de 2020 contra una pandilla rival.
El Departamento de Justicia anunció que los acusados enfrentan nueve cargos, incluyendo conspiración para cometer asesinato, intento de asesinato, agresión con arma peligrosa y múltiples violaciones relacionadas con el uso de armas de fuego.
Según documentos judiciales, el ataque fue una represalia ordenada por líderes de la UVL-Ghost Mob luego de que miembros de una banda rival abrieran fuego contra ellos y sus familiares, dejando cuatro personas heridas. Horas después, los acusados se dirigieron a la residencia de los agresores, armados con rifles de asalto, máscaras y guantes, y dispararon entre 40 y 50 balas contra la vivienda mientras sus ocupantes se encontraban dentro.
Las cámaras de seguridad del vecindario captaron el ataque, mostrando a los sospechosos utilizando y disparando múltiples armas de fuego. Las autoridades identificaron a los acusados como:
- Antwon Brown, alias “Yayo”, 32 años, Memphis
- Cordera Douglas, alias “Chuckie Dee”, 36 años, Memphis
- Willie Merriweather, 41 años, Antioch
- Tevin Richardson, alias “Santana”, 34 años, Memphis
- Ricky Rogers Jr., alias “Double R”, 32 años, Memphis
- Laraveus Williams, alias “Ray Ray”, 32 años, Memphis
La pandilla Ghost Mob es una facción de la conocida organización Almighty Vice Lord Nation, originada en Chicago y expandida a diversas regiones del país, incluyendo el oeste de Tennessee.
“El nivel de violencia premeditada en este caso refleja un desprecio absoluto por la vida humana”, declaró Jamey VanVliet, agente especial a cargo de la División de Campo de Nashville de la ATF. “Nuestro compromiso es claro: evitar que estos individuos continúen sembrando el miedo en nuestras comunidades”.
El fiscal general adjunto interino Matthew R. Galeotti también condenó los hechos, señalando que “la violencia pandillera desestabiliza barrios enteros y pone en riesgo a ciudadanos inocentes”.
Las penas por los delitos imputados podrían alcanzar hasta 20 años de prisión por agresión con arma peligrosa, y al menos 10 años adicionales por el uso de armas de fuego en relación con un crimen violento.
La investigación fue liderada por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) en colaboración con el Departamento de Policía de Memphis.
