Cuba.- Un vuelo procedente de Estados Unidos aterrizó este jueves en el Aeropuerto Internacional José Martí con 161 ciudadanos cubanos a bordo, como parte de las operaciones de repatriación acordadas entre ambos países. Esta acción representa la octava operación de este tipo realizada en lo que va del año, desde que se reanudaron los vuelos de deportación bajo el actual mandato presidencial estadounidense.
El Ministerio del Interior de Cuba informó que entre los repatriados se encuentran 124 hombres y 37 mujeres. Dos de ellos están siendo investigados por presuntos delitos cometidos antes de abandonar el país.
Con esta nueva llegada, el número de operaciones de retorno realizadas en 2025 asciende a 33, sumando un total de 1.001 personas devueltas a la isla, en su mayoría provenientes de territorio estadounidense. Las autoridades cubanas recalcaron que estas acciones se enmarcan en los acuerdos migratorios bilaterales vigentes desde hace décadas, y reiteraron su preocupación por las salidas ilegales en embarcaciones improvisadas, que ponen en grave peligro la vida de quienes intentan alcanzar las costas de Florida.
Los vuelos de deportación habían sido suspendidos en 2020 y fueron retomados en abril de 2023, principalmente para migrantes interceptados en la frontera sur de Estados Unidos o considerados “inadmisibles” por las autoridades migratorias.
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), más de 217.000 cubanos ingresaron a Estados Unidos durante el año fiscal 2024, cifra que se incrementó con los 8.261 detectados solo en octubre de ese mismo año. En total, más de 860.000 ciudadanos cubanos han llegado a territorio estadounidense en los últimos cuatro años.
En contraste, durante todo 2024 se registraron 93 vuelos de repatriación con 1.384 personas retornadas, lo que sugiere que el ritmo de devoluciones podría acelerarse en 2025.
Este fenómeno migratorio se da en un contexto de aguda crisis económica en Cuba, caracterizada por la escasez de productos básicos, apagones prolongados, inflación elevada y una creciente dolarización parcial de la economía, factores que continúan impulsando la salida masiva de ciudadanos en busca de mejores condiciones de vida.
