Bogotá, Colombia.- El presidente colombiano Gustavo Petro desató controversia este lunes al rechazar públicamente la existencia del denominado “Cártel de los Soles”, una organización criminal que, según autoridades estadounidenses, estaría encabezada por el presidente venezolano Nicolás Maduro y altos funcionarios de su gobierno.
A través de un mensaje publicado en la red social X, Petro calificó al supuesto cartel como una “excusa ficticia” utilizada por sectores de extrema derecha para desestabilizar gobiernos que no se alinean con sus intereses. “El Cartel de los Soles no existe”, afirmó el mandatario colombiano, en una declaración que ha generado reacciones tanto en Washington como en Caracas.
Estados Unidos ha sostenido desde el mandato de Donald Trump que Maduro está vinculado al narcotráfico y al terrorismo. La fiscal general Pam Bondi anunció el pasado 7 de agosto una recompensa de 50 millones de dólares por información que permita capturar al líder venezolano, en el marco de una investigación por presuntos nexos con el tráfico de drogas.
Petro, por su parte, atribuyó el tránsito de cocaína colombiana por territorio venezolano a una estructura criminal distinta, a la que denominó “Junta del Narcotráfico”. Según el presidente, esta red estaría integrada por el Clan del Golfo —la mayor organización criminal de Colombia— y dos facciones disidentes de las antiguas FARC: el Estado Mayor Central (EMC) y la Segunda Marquetalia. Petro aseguró que los líderes de esta junta operan desde Europa y Oriente Medio.
En un llamado a la cooperación internacional, el mandatario colombiano propuso a Estados Unidos y Venezuela una estrategia conjunta para desmantelar dicha red. “Es coordinar y no someter”, expresó, subrayando que la solución al conflicto político venezolano debe surgir del diálogo interno y una profundización democrática. “Una Venezuela descarbonizada debe ser el propósito”, añadió.
Las tensiones diplomáticas entre Washington y Caracas se intensificaron recientemente, luego de que la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, advirtiera que Estados Unidos está dispuesto a utilizar “todo su poder” para frenar el flujo de drogas hacia su territorio. Esta declaración se produjo tras el despliegue de tres buques militares con 4.000 soldados en aguas del Caribe cercanas a Venezuela.
El gobierno de Maduro respondió calificando las acciones estadounidenses como “amenazas” que ponen en riesgo la estabilidad regional y cuestionan la credibilidad de Washington en asuntos internacionales.