Un joven residente de Florida, de 20 años de edad, vivó un milagro cuando recibió un disparo en el pecho, pero un collar con una cruz cristiana desvió la bala.
El hecho ocurrió cuando un amigo del joven le estaba mostrando una arma de fuego, una pistola calibre .40, y esta se disparó accidentalmente.
La bala probablemente impactó en la cruz de su collar, partiéndolo en dos, pero sin dañar los órganos principales del joven, dijo un médico a FOX 35.
«Miré hacia abajo y vi un montón de sangre», dijo Perry a FOX 35 sobre los minutos después del incidente. «Pensé que iba a morir, de verdad», agregó.
«Creo que Dios jugó un papel importante en esto», continuó en declaraciones que recoge WESH-TV. «Creo que Él es la razón por la que sigo aquí hoy».
«Es solo un recordatorio: nunca dejes de creer», finalizó Perry. «Sigue creyendo y Dios definitivamente es real».
