MASON, Tennessee – La pequeña ciudad de Mason, en el condado de Tipton, ha aprobado la reapertura de una antigua prisión para convertirla en un centro de detención de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), desatando un intenso debate entre los residentes.
El ayuntamiento votó a favor de un contrato con la empresa privada CoreCivic para que administre la instalación, ubicada en el antiguo Centro de Detención de West Tennessee. Sin embargo, será ICE quien finalmente operará el centro.
La decisión se tomó durante una reunión municipal, donde la votación sobre el contrato de CoreCivic resultó en cuatro votos a favor, tres en contra y dos abstenciones. La aprobación del contrato de ICE fue aún más ajustada, con tres votos a favor, dos en contra y dos abstenciones.
La sesión del consejo se caracterizó por un tenso intercambio de palabras. El alcalde Eddie Noeman defendió la decisión como una forma de revitalizar la economía local, afirmando: «La gente habla de dinero bueno y dinero malo, pero ¿cómo vamos a construir nuestra ciudad si no tenemos dinero para construir?».
Un residente de un condado vecino criticó la medida, cuestionando si esos eran los empleos que se deseaban para la comunidad. Por su parte, un representante de CoreCivic señaló que ya han recibido más de 2,100 solicitudes de empleo de residentes del área, lo que, en su opinión, refleja el vacío que dejó el cierre de la prisión en 2021.
El alcalde Noeman argumentó que la ciudad no tiene ninguna responsabilidad en el manejo de los detenidos: «No se trata de derechos humanos, no tenemos nada que ver con eso. La ciudad de Mason no tiene nada que ver con nada de lo que sucede en las instalaciones».
El centro, que había cerrado en 2021, podría reabrir antes de fin de año, situando a esta ciudad rural, a menos de una hora de Memphis, en el centro del debate nacional sobre la política de inmigración.
