WASHINGTON D.C. – El timerosal, un conservante a base de mercurio, ha sido completamente prohibido en Estados Unidos, según anunció este sábado Robert F. Kennedy Jr., quien ha liderado una campaña contra su uso durante más de 20 años. La medida pone fin a décadas de controversia sobre la inyección de esta neurotoxina en mujeres embarazadas y niños, especialmente a través de las vacunas contra la gripe.
En una declaración en video, Kennedy expresó su orgullo por «finalmente cumplir una promesa largamente esperada: proteger a nuestros más vulnerables de la exposición innecesaria al mercurio». El timerosal, cuyo ingrediente principal es el etilmercurio, se utilizaba en viales de vacunas multidosis.
After more than 20 years of delay, I’m proud to finally deliver on a long-overdue promise: protecting our most vulnerable from unnecessary mercury exposure. pic.twitter.com/rYF5BN8JYj
— Secretary Kennedy (@SecKennedy) August 2, 2025
Kennedy criticó duramente a las agencias sanitarias federales, particularmente a los CDC, por permitir su uso en vacunas administradas a mujeres embarazadas y niños «a pesar de la abrumadora evidencia de su neurotoxicidad». Citó estudios y documentación oficial que identifican el timerosal como neurotoxina, carcinógeno, mutágeno y tóxico para la reproducción. «La cantidad de etilmercurio en la vacuna contra la gripe que los CDC acaban de prohibir bajo mi orden es 25,000 veces superior al nivel de seguridad de la EPA para el agua potable», afirmó.
Asimismo, Kennedy recordó una admisión de 2001 del funcionario de la FDA, William Egan, quien testificó bajo juramento ante el Congreso que la seguridad del timerosal nunca se había estudiado en humanos, acusando a las agencias federales de ignorar la ciencia durante décadas.
Un estudio posterior descubrió que este mercurio altamente tóxico permanece en el cerebro durante más de 27 años. Kennedy citó un estudio de 2017, financiado por los CDC, que relacionaba las vacunas contra la gripe durante el embarazo con el aborto espontáneo. Este estudio reveló que la probabilidad de aborto espontáneo en los primeros 28 días era 7,7 veces mayor en las mujeres que recibieron la vacuna. También hizo referencia a un estudio de 2017 publicado en JAMA que reportaba un mayor riesgo de trastornos del espectro autista en niños cuyas madres recibieron la vacuna contra la gripe durante el primer trimestre.
Kennedy preguntó: «¿Por qué inyectábamos esta toxina a bebés y mujeres embarazadas?», y continuó: «Las leyes federales y estatales clasifican las vacunas de timerosal caducadas como residuos peligrosos. ¿Y aun así eran lo suficientemente buenas como para ser administradas al torrente sanguíneo?»
Se dió a conocer que a pesar de la intensa presión y las difamaciones de la industria farmacéutica y promotores de las vacunas en medios de comunicación —muchos de los cuales lo tildaron de «antivacunas»—, Kennedy nunca se rindió. «Llevo 20 años intentando eliminar el mercurio de las vacunas», declaró. «Pasé cuatro años intentando eliminar el mercurio del pescado, y nadie me llamó antipescado».
Kennedy enmarcó la decisión como el comienzo de un movimiento de reforma para restaurar la confianza pública en las agencias federales de salud, y atribuyó el liderazgo del presidente Trump a la «reconstrucción de la FDA y los CDC» como organismos de control de la gente.
Así mismo, esta semana , Kennedy recurrió a las redes sociales y al programa del activista conservador Charlie Kirk para criticar el Programa de Compensación por Lesiones por Vacunas (VICP) y prometer cambios significativos.
Kennedy comentó: “El VICP está roto y tengo la intención de arreglarlo”, escribió en la plataforma social X. “No permitiré que el VICP siga ignorando su mandato y fracase en su misión de compensar de forma rápida y justa a las personas afectadas por las vacunas”.
Varios abogados y algunos expertos dijeron que Kennedy tiene razón en que el programa necesita urgentemente una modernización.
“Hay muchas oportunidades al alcance de la mano que [Kennedy] puede aprovechar y que cambiarían de inmediato el curso del programa de vacunación para mejor”, dijo David Carney, abogado especializado en lesiones por vacunas en Filadelfia y presidente de la Asociación de Abogados de Peticionarios de Lesiones por Vacunas.
Carney afirmó que los casos podrían resolverse con mayor rapidez, en lugar de ir a juicio.
