Un nuevo estudio del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, publicado en julio, revela las posibles consecuencias del consumo energético de la inteligencia artificial (IA) en las facturas eléctricas domésticas de Estados Unidos.
Según el análisis, si no se desarrollan nuevas fuentes de energía eléctrica de bajo costo para 2030, los recibos de luz de los hogares estadounidenses podrían experimentar aumentos de entre el 9% y el 58%. Esto se debe al rápido uso y desarrollo de las tecnologías de IA.
El pronóstico es contundente: «La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que para 2030, los centros de datos de EE. UU. (fuentes de la IA) consumirán más electricidad que la producción combinada de aluminio, acero, cemento, productos químicos y todos los demás bienes que consumen mucha energía«.
El informe también considera la carrera por el desarrollo energético y tecnológico que Estados Unidos enfrenta con China, según informa Fox Business. Este contexto de competencia subraya la urgencia de encontrar soluciones energéticas.
Cabe recordar que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró recientemente que el «destino» de su país es ser «la superpotencia número uno del mundo en IA», dominando «todas las industrias, y ser el primero en todas las tecnologías». Esta ambición nacional resalta la importancia de abordar el desafío energético que acompaña al avance de la IA.