Washington, D.C. – El presidente estadounidense Donald Trump se pronunció esta semana sobre el caso del fallecido magnate Jeffrey Epstein, instando a que se publique toda información “creíble” relacionada con la investigación que lo vinculó al tráfico sexual de menores.
Desde la Casa Blanca, Trump declaró ante la prensa que no comprendía el interés público en el caso, calificándolo como “sórdido pero aburrido”, y acusó a los medios de fomentar la controversia por razones malintencionadas. “La gente debería recibir información creíble, nada más”, afirmó.
Las declaraciones se produjeron pocos días después de que el Departamento de Justicia (DOJ) y el FBI publicaran los resultados de una larga investigación, en la que concluyeron que no existe evidencia de que Epstein haya mantenido una “lista de clientes” de alto perfil para chantaje, desmintiendo así una teoría conspirativa difundida entre sectores conservadores.
El documento oficial también ratifica que Epstein se quitó la vida en una cárcel de Nueva York en 2019, lo que contradice las especulaciones sobre una posible ejecución encubierta para proteger a sus allegados, entre ellos, el expresidente Bill Clinton.
Antes de viajar a Pensilvania, Trump afirmó que los archivos fueron “inventados” por los expresidentes Barack Obama y Joe Biden, intensificando la polarización entre sus seguidores del movimiento Make America Great Again (MAGA), quienes habían depositado expectativas en la promesa de revelar “la verdad” sobre Epstein.
El caso también ha generado tensiones internas en el ámbito político. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, pidió que se divulguen todos los documentos relacionados. “Estoy a favor de la transparencia. Es un tema sensible, pero la ciudadanía merece conocerlo todo”, dijo en entrevista con el pódcast de Benny Johnson.
Pam Bondi, fiscal general de EE. UU., ha sido señalada por no cumplir con su compromiso de hacer pública la lista de supuestos clientes de Epstein. Aunque evitó abordar directamente las críticas, reafirmó el compromiso de su equipo con la seguridad nacional y dijo estar “luchando como equipo”.
La controversia también ha desencadenado un conflicto entre altos funcionarios del DOJ y el FBI, según medios estadounidenses. Allegados a Bondi acusan al subdirector Dan Bongino de filtrar información falsa en medios conservadores, mientras que su entorno responsabiliza a Bondi por el manejo del caso.
