CAMARILLO, California – Recientemente se dió a conocer que un trabajador agrícola murió a causa de las heridas sufridas durante una redada de inmigración federal en una zona agrícola del condado de Ventura el jueves, según informó el sindicato United Farm Workers (UFW). La víctima fue identificada por su familia como Jaime Alanís, quien presuntamente cayó desde una altura de 9 metros de un edificio mientras intentaba eludir a los agentes.
La UFW había reportado previamente que varios trabajadores resultaron gravemente heridos durante la operación de cumplimiento de la ley. Además, el sindicato ha señalado que «otros trabajadores, incluidos ciudadanos estadounidenses, siguen desaparecidos» tras el operativo.
La familia de Alanís relató que Jaime Alanís fue trasladado a un hospital con el cuello y el cráneo rotos tras la caída. Su sobrina, quien optó por no ser identificada, comentó a medios locales que Alanís les estuvo enviando mensajes de texto hasta el momento del accidente, y que esperaban un milagro, pero los médicos indicaron que no había esperanza, llevando a la familia a la difícil decisión de desconectarlo del soporte vital.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE. UU., a través de la subsecretaria Tricia McLaughlin, emitió un comunicado indicando que Alanís no estaba bajo custodia en el momento de la caída y que no estaba siendo perseguido por las fuerzas del orden. Según el DHS, Alanís «trepó al tejado de un invernadero y cayó desde una altura de 9 metros», y CBP solicitó inmediatamente una ambulancia.
Las redadas del jueves, que tuvieron lugar en la plantación de cannabis Glass House y otra en Carpintería, son consideradas por algunos como la mayor ofensiva migratoria de un solo día en la historia de California. El DHS informó que aproximadamente 200 inmigrantes indocumentados fueron arrestados y al menos 10 niños migrantes fueron rescatados.
La operación generó una fuerte confrontación con cientos de manifestantes, entre familiares y conocidos de los trabajadores, así como de organizaciones pro inmigrantes que se congregaron en Camarillo, bloqueando carreteras y lanzando objetos a las fuerzas del orden. Los agentes respondieron con gases lacrimógenos. Durante los disturbios, un video de noticias en vivo mostró a al menos una persona aparentemente disparando contra los agentes, por lo que el FBI ha ofrecido una recompensa de $50,000 por información que conduzca al arresto y condena del sospechoso.
Paramédicos acudieron al lugar y establecieron un sistema de triaje para atender a los heridos por gases lacrimógenos, aunque tuvieron que hacerlo a una distancia segura de la operación en curso.
