NASHVILLE, Tennessee – El veterano detective del Departamento de Policía Metropolitana (MNPD), Mike Roland, ha completado su revisión investigativa de seguimiento de tres casos de atentados con bombas en Nashville, ocurridos en 1957, 1958 y 1960, durante la era de los derechos civiles. El verano pasado, el alcalde O’Connell solicitó al MNPD que realizara una revisión para determinar si se podía obtener nueva información procesable sobre los atentados sin resolver, tras leer el libro «Dinamita Nashville» (2024), escrito por Betsy Phillips.
Los tres atentados ocurrieron antes de la creación del Gobierno Metropolitano en 1963 e involucraron la Escuela Primaria Hattie Cotton, ubicada en 1033 W. Greenwood Avenue (10 de septiembre de 1957), el Centro Comunitario Judío, ubicado en 3500 West End Avenue (16 de marzo de 1958), y la casa de J. Alexander Looby, ubicada en 2012 Meharry Boulevard (19 de abril de 1960).
La investigación posterior del detective Roland reveló información hasta entonces desconocida. Al revisar un informe escrito por W.E. Coleman, quien fue jefe de bomberos en 1960, el detective Roland observó que se encontró la fotografía de una niña en edad escolar en el lugar de un robo en la empresa Simpson Stone en Clarksville, que incluyó el robo de una gran cantidad de dinamita dos días antes del atentado con bomba en la residencia de los Looby. Coleman identificó a la niña como estudiante de una escuela primaria en Ohio. La única información registrada fue que no existía ninguna relación entre la niña, de 11 años, y ninguna persona que trabajara en el lugar del robo.
Gracias a su investigación, el detective Roland logró localizar a la niña de la fotografía, quien ahora tiene 75 años y reside fuera del estado. Ella accedió a hablar con él por teléfono. Desconocía que su fotografía se hubiera encontrado en Tennessee en 1960 y no recordaba los atentados de Nashville. Sin embargo, sí proporcionó información sobre un tío, a quien describió como racista y muy prejuicioso. El hombre nació en 1921 y falleció en 1984. Las consultas telefónicas y por computadora sobre este hombre proporcionaron poca información sobre sus antecedentes y ninguna que lo ubicara en Tennessee. Lamentablemente, la pregunta de cómo la fotografía de una colegiala de Ohio terminó en la escena del robo con dinamita sigue sin tener una respuesta definitiva.
Como parte de su investigación, el detective Roland contactó y solicitó información a varias personas, tanto miembros de la comunidad como de archivos gubernamentales y privados. No obstante, se enfrentó a varios desafíos al intentar avanzar en estas investigaciones de atentados con bombas que databan de décadas atrás.
El principal fue la falta de información escrita o mal documentada de esa época. Gran parte de la información en los archivos de las fuerzas del orden federales y estatales consistía en recortes de periódico. Algunos documentos consistían en memorandos, muchos de los cuales eran ilegibles. Ninguna de la información que leyó el detective Roland identificó definitivamente a un sospechoso más allá de toda duda razonable.
En segundo lugar, la falta de pruebas físicas. Varios memorandos e informes hacen referencia a pruebas, como moldes de yeso de huellas de neumáticos, diferentes trozos y longitudes de alambre, y piezas de metal. Un informe indicó que las pruebas recogidas en una escena no estaban etiquetadas y era imposible determinar su origen. El detective Roland no pudo localizar ninguna de las pruebas físicas.
En tercer lugar, está la probabilidad de muerte o la avanzada edad de los testigos, sospechosos y agentes del orden. El detective Roland no pudo localizar a ninguna persona viva directamente relacionada con estos casos, salvo a un hombre de unos 70 años que tenía 11 años cuando ocurrió el atentado con bomba en el Centro Comunitario Judío en 1958. Relató que fue la última persona en salir del Centro Comunitario Judío justo antes de la explosión. Describió vagamente un posible vehículo sospechoso, pero no tenía información que pudiera ayudar a identificar con certeza el vehículo ni a ningún sospechoso.
Los tres atentados con bomba en Nashville fueron solo algunos de los atentados con bomba ocurridos en Estados Unidos durante este período. En la década de 1950 y principios de la de 1960, era común la creencia de que organizaciones como el Ku Klux Klan, la Confederación Clandestina y otras organizaciones con motivaciones raciales estaban detrás de los atentados.
La opinión investigadora del detective Roland es que la posibilidad de resolver estos atroces crímenes de Nashville en la actualidad requeriría la confesión de quien cometió el/los acto(s), participó directamente en la planificación o fue testigo con conocimiento real de los responsables.
Estos casos permanecerán abiertos, pero clasificados como inactivos, a menos que se descubra nueva información.
Si alguien tiene información sobre estos casos de atentados de 1957, 1958 o 1960, por favor, contacte con Nashville Crime Stoppers al 615-742-7463.