Acapulco, México.- En medio de intensas precipitaciones en el puerto de Acapulco, tanto locales como algunos visitantes aprovecharon la noche del jueves para caminar o recorrer los pocos establecimientos abiertos, mientras la depresión tropical Erick avanzaba por el sur del país, dejando tras de sí deslaves, carreteras bloqueadas, ríos desbordados y, lamentablemente, la muerte de al menos un menor.
Por la mañana, el fenómeno tocó tierra en una extensa zona de costas escasamente poblada, entre Acapulco, en Guerrero, y Puerto Escondido, en Oaxaca, ambas en el litoral del Pacífico. Las autoridades informaron de desprendimientos de tierra, caminos bloqueados, líneas eléctricas caídas y algunas inundaciones en la región.
Luego del devastador paso del huracán Otis en 2023, que causó estragos en Acapulco, los habitantes de la ciudad tomaron muy en serio esta tormenta y lograron manejarla de mejor manera esta vez. En Puerto Escondido, los pescadores inspeccionaron sus embarcaciones y buscaron resguardar sus barcos ante la fuerza del meteoro.
Las amenazas de fuertes lluvias persistían en las montañas que rodean las famosas playas de Acapulco, que debido a la trayectoria de Erick, continuaba descargando lluvias torrenciales sobre la región. Se esperaba que el huracán se disipara durante la noche del jueves, al desplazarse sobre las montañas del estado de Michoacán, en el oeste.
El secretario de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de Guerrero, Roberto Arroyo, informó a los medios que lamentablemente una familia sufrió la pérdida de un niño de un año en San Marcos, tras un intento de cruzar un río desbordado, donde el menor se perdió de las manos de su madre.