WASHINGTON D.C. – Esta semana la Cámara de Representantes de Estados Unidos dio luz verde, específicamente el jueves, a un gigantesco proyecto de ley de impuestos y gastos, conocido como «Gran y Hermoso Proyecto de Ley«, que destinaría aproximadamente $150 mil millones a la seguridad fronteriza, así como a los planes de deportación masiva del presidente Donald Trump. La medida, que ahora se dirige al Senado, marca una victoria clave para los republicanos de la Cámara, aunque se anticipan modificaciones significativas en la cámara alta, informaron medios nacionales.
Según informes de The Washington Post, la financiación propuesta incluye más de $51 mil millones para construir y mejorar barreras e instalaciones a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. Además, se asignan $59 mil millones para la detención y el transporte de inmigrantes.
Así mismo, el paquete también prevé un aumento considerable en el personal fronterizo y de inmigración: $4 mil millones se destinarán a la contratación de 3,000 nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza y 5,000 nuevos agentes de aduanas, complementados con $2.1 mil millones en bonificaciones por contratación y retención. Por su parte, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) también recibirá fondos para sumar 10,000 agentes e investigadores adicionales.
Cambios Drásticos en la Política Migratoria
Más allá de la financiación, el proyecto de ley introduce cambios importantes en la política de inmigración. Entre ellos, destaca la imposición de una tarifa de $1,000 a los inmigrantes que solicitan asilo, una medida sin precedentes en la historia de Estados Unidos y que lo equipara a países como Australia e Irán.
En su conjunto, el plan apunta a la expulsión de un millón de inmigrantes anualmente y a la capacidad de alojar a 100,000 personas en centros de detención. La aprobación en la Cámara se dio por un estrecho margen de 215 votos a favor y 214 en contra, y ahora se espera que el Senado, que ya ha manifestado su intención de introducir cambios, revise y modifique el controversial paquete.
Mientras que en un movimiento audaz que ha sacudido al Partido Republicano, el senador Ron Johnson (R-Wisconsin) ha declarado su intención de no apoyar el ambicioso «Gran y Hermoso Proyecto de Ley» del expresidente Donald Trump. Su desafío no solo fractura la unidad conservadora, sino que también, según críticos, podría otorgar una victoria inesperada a la oposición demócrata.
Conocido por su férrea postura fiscal, Johnson soltó una bomba política al afirmar que el plan de Trump es un «castillo en el cielo que disparará el déficit», expresando su desdén por las posibles repercusiones financieras.
La decisión de Johnson ha generado una mezcla de sorpresa y frustración dentro del Partido Republicano, especialmente por su aparente indiferencia a la ira del expresidente. Aunque el senador de Wisconsin ha sido un aliado clave de Trump en batallas previas, su historial de posturas independientes lo coloca ahora en una posición delicada dentro de su propio partido. La rebelión de Johnson introduce una significativa incertidumbre sobre el futuro de esta trascendental pieza legislativa en el Senado.