Washington, DC.- La Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia y la Oficina Federal de Prisiones (BOP) confirmaron que 13 ciudadanos mexicanos que estaban cumpliendo penas en prisiones de Estados Unidos por delitos relacionados con la distribución de drogas fueron deportados a pagar sus condenas en cárceles mexicanas.
En un comunicado oficial, el Departamento de Justicia indicó que esta acción, llevada a cabo el viernes, ha permitido al país ahorrar más de $3 millones de dólares al eliminar los gastos de encarcelamiento por los 75 años combinados restantes de sus sentencias.
Matthew R. Galeotti, Jefe de la División Penal del Departamento, explicó a la prensa que “la transferencia de estos 13 internos federales a las autoridades penitenciarias de México no solo favorece la rehabilitación de los infractores, sino que también disminuye los costos de encarcelamiento y ayuda a aliviar la sobrepoblación en las prisiones federales”.
Este traslado se desarrolla de acuerdo con el Tratado de Ejecución de Sentencias Penales entre los Estados Unidos de América y los Estados Unidos Mexicanos. Los 13 reclusos transferidos cumplían condenas por la distribución de sustancias controladas como cocaína, metanfetamina y fentanilo. De acuerdo con el comunicado del DOJ, los internos solicitaron ser enviados de regreso a su país, y la propuesta fue aprobada por las administraciones de ambos países.
La Unidad Internacional de Transferencia de Prisioneros (IPTU) de la Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia es la entidad responsable de gestionar este programa. Bajo ciertas condiciones, los reclusos extranjeros que son aprobados en prisiones estatales y federales pueden cumplir sus penas en sus naciones de origen.