Un padre de familia de 33 años, sospechoso de haber matado a su esposa y a sus cuatro hijos cerca de París, admitió los hechos y dijo que había «oído voces» pidiéndole «hacer daño», dijo este jueves la fiscalía.
Las cinco víctimas aparecieron muertas el día de Navidad en su domicilio de Meaux, a 40 km al este de la capital francesa.
Según los resultados de las autopsias practicadas el miércoles, la madre de 35 años y sus hijas de 10 y 7 años «fueron víctimas de una decena de puñaladas cada una», «administradas con gran violencia», precisó en un comunicado el fiscal de Meaux, Jean-Baptiste Bladier.
Los niños, de 4 años y 9 meses, «murieron de asfixia por ahogamiento», añadió.
El sospechoso confirmó el procedimiento en los interrogatorios, y declaró también que no sabía «identificar un factor desencadenante de su paso al acto», indicó el fiscal.
«Precisó que, desde los hechos, ‘no sentía nada y se sentía vacío'», detalló Bladier.
La cuestión del seguimiento psiquiátrico de este hombre, tratado por trastornos psicóticos y depresivos, se planteó rápidamente.
«Afirmó que acostumbraba tomar su tratamiento de medicamentos diario, al que estaba obligado en un marco no judicial desde 2019, pero que no lo hizo el 24 de diciembre pasado», detalló el fiscal.
La fecha exacta de la tragedia no fue comunicada por la fiscalía.
Los policías descubrieron los cuerpos la noche del lunes en diferentes habitaciones del domicilio familiar, en una «escena de crimen de gran violencia», según la fiscalía.
Las autoridades habían sido alertadas por vecinos preocupados por la falta de noticias de la madre.
El fiscal pidió que se formulara una acusación y se decretara la prisión preventiva del padre de familia en el marco de la instrucción abierta por «homicidios voluntarios de menores de 15 años» y «homicidio voluntario por cónyuge».
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