CDMX, México.- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, encabezó este domingo un «Festival por la Soberanía» en el Zócalo de la Ciudad de México, tras la prórroga de los aranceles impuestos unilateralmente por Estados Unidos.
El evento, que comenzó con la presentación del Mariachi de la Guardia Nacional, sirvió como marco para una «Asamblea Informativa» donde Sheinbaum abordó la relación comercial con Estados Unidos y reafirmó su compromiso con el pueblo mexicano.
«Me comprometí con ustedes a que nunca iba a haber divorcio entre pueblo y Gobierno«, declaró Sheinbaum, enfatizando que su administración está dedicada al bienestar del pueblo y a mantener una comunicación constante, especialmente ante las adversidades.
La presidenta celebró que, gracias al diálogo y el respeto, se logró que Estados Unidos levantara los aranceles que amenazaban las exportaciones mexicanas. «Este es un logro de todas y de todos», afirmó.
Sheinbaum explicó que la Asamblea Informativa también serviría para anunciar una estrategia previamente preparada en caso de que no se hubiera llegado a un acuerdo con Estados Unidos. Sin embargo, destacó que prevaleció el diálogo y el respeto entre ambas naciones.
La presidenta subrayó la dignidad y el valor del pueblo mexicano, afirmando que México es una nación en igualdad de circunstancias con Estados Unidos. «No somos más, pero tampoco somos menos y siempre pondremos, por encima de todo, el respeto hacia nuestro amado pueblo y a nuestra bendita nación», enfatizó.
Sheinbaum recordó que la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos se justificaba con el argumento del cruce de drogas, en particular el fentanilo, desde México. No obstante, señaló que, gracias a las Fuerzas Armadas de México, el cruce de fentanilo ha disminuido significativamente en los últimos meses.
La presidenta también expresó optimismo respecto a la relación comercial a largo plazo, señalando que México no estará sujeto a aranceles recíprocos que Estados Unidos planea imponer a otros países.
Finalmente, Sheinbaum reafirmó el compromiso de su gobierno con la soberanía nacional y el bienestar del pueblo mexicano, destacando la importancia de una estrategia para frenar el flujo migratorio sin violar los derechos humanos y de promover el desarrollo económico de los países de origen de los migrantes.