Nashville, Tennessee.- El gobernador de Tennessee, Bill Lee, clausuró la sesión legislativa especial con la aprobación de un paquete integral de leyes que abordan la educación, el alivio en casos de desastre y la seguridad pública, con un enfoque particular en endurecer la aplicación de las leyes de inmigración en el estado.
La nueva legislación establece la División Centralizada de Cumplimiento de la Inmigración (CIEO) dentro del Departamento de Seguridad, que coordinará directamente con la administración Trump la implementación de políticas migratorias. Además, se elevan los requisitos para obtener identificaciones emitidas por el estado, restringiéndolas a ciudadanos estadounidenses, residentes permanentes legales y personas con autorización federal por un tiempo determinado. Las licencias temporales para no ciudadanos incluirán marcadores distintivos.
También se impusieron sanciones a los funcionarios locales que adopten o mantengan políticas de “ciudad santuario”, tipificando esta acción como un delito grave de Clase E. El fiscal general de Tennessee podrá iniciar procedimientos de deportación contra los funcionarios que violen la normativa estatal.
Adicionalmente, se creó un fondo de subvenciones de 5 millones de dólares para que los gobiernos locales financien la capacitación de agentes, adquieran equipos y cubran gastos operativos para reforzar la aplicación de las leyes migratorias estatales y federales.
En materia educativa, la Asamblea General aprobó la Ley de Libertad Educativa, que establece el primer programa universal de elección de escuelas en Tennessee. Con este sistema, las familias podrán acceder a Becas de Libertad Educativa para enviar a sus hijos a la escuela de su preferencia, ya sea pública o privada.
La nueva ley también destina 198,4 millones de dólares en bonificaciones para maestros, 77,2 millones para mejorar la infraestructura escolar y garantiza que los fondos estatales para los distritos educativos no disminuyan por la baja de inscripciones.
Otro de los puntos clave de la sesión especial fue la aprobación de un paquete de asistencia para los afectados por desastres naturales, especialmente tras el paso del huracán Helene. Se crearon dos fondos de emergencia: el Fondo de Pago de Intereses del Huracán Helene, que destina 110 millones de dólares para ayudar a los gobiernos locales a cubrir los costos de recuperación mediante el pago de intereses de préstamos, y el Fondo de Respuesta y Recuperación del Gobernador, que asigna 100 millones de dólares para apoyar la recuperación agrícola, la asistencia por desempleo y la reactivación de negocios afectados por desastres. También se aprobaron 240 millones de dólares para reducir la carga financiera de las comunidades afectadas y 20 millones para la reconstrucción de la Hampton High School, gravemente dañada por el huracán.
