El sábado se dió a conocer que muchos estadounidenses parecen estar apoyando la postura dura de Trump sobre inmigración y su voluntad de reducir los compromisos internacionales, según una nueva encuesta de The New York Times e Ipsos. El colapso de la tolerancia hacia la inmigración ilegal después de las elecciones quedó de manifiesto.
Según la encuesta a 2.128 adultos, realizada del 2 al 10 de enero, se encontró que el 55 por ciento de los estadounidenses apoyan firmemente o en cierta medida las “deportaciones masivas” de personas que viven en Estados Unidos sin autorización.
Se precisó que una estrecha mayoría, el 56 por ciento, dijo que cree que los inmigrantes fortalecen al país, mientras que el 41 por ciento estuvo de acuerdo con la afirmación: “Los inmigrantes hoy en día son una carga para nuestro país”.
En otra parte de la encuesta, Ipsos preguntó si había demasiados o muy pocos inmigrantes legales.
El 30 por ciento dijo que eran demasiados y solo el 24 por ciento dijo que eran muy pocos. Pero el 43 por ciento eligió una opción intermedia —“la cantidad correcta”—
También se dió a conocer recientemente el apoyo a otros temas importantes en la agenda del presidente Trump:
Alrededor del 46 por ciento está a favor de imponer aranceles a países como China y México, y el 71 por ciento dijo que a nadie menor de 18 años se le deberían recetar medicamentos bloqueadores de la pubertad ni hormonas.
El senador Tim Kaine (demócrata de Virginia) dijo el domingo en el programa “Face the Nation” de CBS que las deportaciones propuestas por la administración Trump serían “un golpe absoluto” para la economía estadounidense.
Entrevistadora – «Permítame preguntarle sobre inmigración. ¿Cómo cree que esto va a funcionar?»
Senador Tim Kaine – «Bueno, no sé exactamente cómo lo va a hacer la administración, pero déjeme decirle que estoy escuchando preocupaciones significativas de muchos sectores de la economía de Virginia, la agricultura, la hospitalidad, la atención médica, la construcción, de que las tasas de deportación masiva serían un golpe absoluto para la economía de Virginia y de Estados Unidos. Y si a eso le sumamos la amenaza de Trump de aranceles masivos, creo que veremos mucho sufrimiento para los consumidores y mucho sufrimiento para los empleadores si continúan con las deportaciones masivas. Ahora bien, mire, tenemos un presidente que dice muchas cosas y luego elige no hacerlas, así que no sé exactamente cómo será esto».